BILBAO - Mendi-Mendiyan, la ópera de José María Usandizaga, salió ayer a las calle de Bilbao en su segunda función a las 19.30, con el objetivo de “acercar la ópera a los bilbainos y bilbainas”.

Para ello se instalaron cinco pantallas gigantes en las plazas de Ibarrekolanda, Rekalde y Ángela Arregui de Otxarkoaga, el frontón de Zorroza y Azkuna Zentroa con acceso gratuito.

El estreno absoluto de ésta versión de Mendi-Mendiyan producida por el Teatro Arriaga tuvo lugar el jueves 20 de junio, con la soprano lituana Ausrine Stundyte y el tenor vasco Mikeldi Atxalandabaso encabezando el sexteto vocal. Mendi-Mendiyan es una pieza esencial, perfecta en opinión de Calixto Bieito.

La dirección escénica es de Calixto Bieito, para un elenco eminentemente vasco, la batuta que dirigirá a la BOS Bilbao Orkestra Sinfonikoa, es la de Erik Nielsen en tanto que el Coro de la Sociedad Coral de Bilbao estuvo a las órdenes de Enrique Azurza.

“Sí la ópera sale a la calle, también entrará en casa”, subrayaba a DEIA una amante de la música encantada con la iniciativa municipal de instalar las pantallas en los barrios bilbainos “para hacer más visible este tipo de música entre la ciudadanía de a pie. Porque mucha gente todavía tiene in mente que la ópera es elitista; que es una cosa de ricos. Hay que popularizarla”, añadía sonriente.

En esta misma línea se manifestó el director Calixto Bieito, en distintas declaraciones a medios de comunicación. “La ópera ha dejado de ser la música de unos pocos para convertirse en la música de todos; todavía queda mucho camino por recorrer para borrar falsos mitos. Además, la asignatura pendiente es acercarla también a la gente joven y explicar que una entrada a un partido de fútbol es más cara que una para un gran concierto de música”, subrayó. - DEIA