EL 15 de abril todo el mundo quedó sobrecogido. Notre Dame, la emblemática catedral ubicada en París, se vio envuelta en llamas. El edificio, con más de 850 años de edad se reducía a cenizas ante el estupor de todo el mundo. Tal fue el impacto en los ciudadanos que, en tan solo dos días, se lograron recaudar 850 millones de euros para su reconstrucción, pese a que las llamas no pudieron arrasar con todo. Y es que el órgano, parte vital del templo parisino, quedó intacto. Ni las llamas ni el agua empleada para apagar el fuego pudieron con el majestuoso instrumento musical.

Ahora, su máximo representante, el organista titular de Notre Dame, Olivier Latry, llega a Bilbao para ofrecer hoy a las 19.45 horas un exclusivo concierto en la catedral de Santiago. Recital que será gratuito y que forma parte del festival internacional de Órgano de Villa Bilbao que organiza la Asociación de Amigos de Bizkaia.

Aunque Latry confiesa sentirse más reconfortado ahora que ha pasado mes y medio desde aquel día, admite que “fue un desastre para todo el mundo, no solo en Francia. Todos nos quedamos en shock”. Por eso, aunque destaca que “es duro decirlo”, hace mención de lo que dijo el arquitecto del templo parisino: “Todos sabemos que nuestros padres morirán algún día, y estamos preparados para ello. Sin embargo, nadie sabía que Notre Dame iba a morir, no estábamos preparados. Por eso ha sido tan duro. Lleva más de 850 años en pie y todos creíamos que iba a estar otros ocho siglos ahí. Es un símbolo de la eternidad”. Además, el prolífero organista asegura que aquel día el incendio le mantuvo en vilo toda la noche.

Aún así, Latry destaca que le reconforta pensar en los momentos vividos allí: “Cuando alguien muere siempre piensas lo que has hecho con esa persona y lo que no has hecho. Si has vivido mucho con esa persona, y si recuerdas todas las cosas que has hecho, puede que no te sientas bien pero al menos te reconforta, ya que estás satisfecho de lo vivido”. Por eso, se siente “feliz” con la labor que ha hecho como organista titular. “Lógicamente hubiera preferido que esto no hubiera pasado pero, al menos, me reconforta pensar en todo ese tiempo que he pasado allí”, destaca.

París, Montreal, Madrid... Olivier Latry ha viajado por todo el mundo ofreciendo sus conciertos a miles de personas. Con 2.000 recitales a sus espaldas, asegura que cada uno de ellos es una nueva experiencia, un aprendizaje. Así lo admite recordando que “es forjando como se hace el herrero”. Destaca, además, que cuantos más instrumentos conoce alrededor del mundo, más aprende sobre este majestuoso instrumento musical. “La experiencia me da un background cada vez más grande. Tras 2.000 conciertos entiendes mejor la forma de hacerlo correctamente, ir en la dirección correcta...”, y es que lo compara con el entusiasmo de un niño que acaba de descubrir algo totalmente nuevo para él: “Es apasionante descubrir nuevas cosas, cada vez es una experiencia nueva. Es como les pasa a mis estudiantes, cuando tocan una pieza que nunca han hecho. Están entusiasmados. Pues eso mismo me pasa a mí cada vez que toco un órgano nuevo”, destaca. Esta vez en Bilbao, según explica, tendrá la experiencia de todos los conciertos previos que ha ofrecido pero, al mismo tiempo, tendrá esa parte de novedad, “lo que hace que me entusiasme cada vez, hacer algo nuevo cada vez”, reforzando la confluencia entre la experiencia y la novedad.

Tras actuar este pasado fin de semana en Durango, en la Basílica de Santa María, hoy es el turno de la capital vizcaina. Y es que a las 19.45 horas, Latry estará en la catedral de Santiago de Bilbao ofreciendo el programa que se titula Bach to the future. El consolidado músico que tiene a sus espaldas más de tres décadas de trayectoria interpretará al compositor alemán Johann Sebastian Bach, pero también cederá un espacio a obras que otros compositores han arreglado o piezas inspiradas en el compositor.

Como explica Pablo Cepeda, coordinador del Festival Internacional de Órgano Villa de Bilbao, “en la música alemana las notas tienen asociadas unas letras, y Bach, con 4 notas (si bemol, la, do y si natural) forma la secuencia denominada BACH”, porque, siguiendo la notación clásica alemana, el si bemol se representa por la letra B, la es una A, do se corresponde con la C y si con la H; por lo que al componerlo resulta dicho nombre.

“A Latry le interesa la idea del movimiento, y ver lo que ha supuesto Bach para los compositores románticos; así como reflexionar acerca de cómo recibimos esa música hoy en día”. Ese es precisamente el concepto que se aborda en el concierto. Un recital que forma parte del festival internacional de órgano de Bilbao que organiza la Asociación de Amigos del Órgano de Bizkaia "Diego Amezua", coproducción del CNDM (Centro Nacional de Difusión Musical). Y es que son los que “le han traído al auditorio nacional y nosotros hemos hecho una coproducción”, destaca Cepeda. En el concierto se podrá disfrutar de composiciones como Passacaglia y fuga en do menor, BWV 582 de Bach o Fugas nº1, 4 y 5 sobre B.A.C.H de Robert Schuman.

Reflejo de la diferencia que hay entre cada uno de los órganos que existen en el mundo y que Latry toca, es la petición que hizo ayer mismo antes de ensayar con el majestuoso instrumento. El organista parisino, con el fin de convertir el recital en perfecto, solicitó que se hiciera sonar el órgano que se encuentra en la catedral de Bilbao, para ver cómo sonaba, además de probarlo él mismo antes del ensayo que realizó ayer por la noche. “Quiere escuchar los distintos planos del órgano, porque hay parte de tubos; el cuerpo que cuelga, que cuando estás tocando no escuchas”, asegura Cepeda. Por eso, lo compara con conciertos más ordinarios: “Es como si los músicos de rock del escenario solo tuvieran los altavoces y no los monitores, muchas veces es un referente para saber cómo suena mejor, qué suena más fuerte, qué mas suave... cada órgano es diferente y además los tiradores sirven para que entre el sonido de diferentes familias de tubos, algunas trompetas delicadas, otras súper potentes... elegir eso en cada momento es un trabajo previo que tiene que hacer él”.

Los conciertos en Durango y Bilbao no son la primera experiencia del parisino en Euskadi, ya que estuvo tanto en el Euskalduna Jauregia como en Zenarruza, conciertos que no pasaron inadvertidos en su prolífera carrera como organista. En el caso del Euskalduna fue en el año 2003 cuando acudió a la capital vizcaina. Por su parte, en Zenarruza estuvo un año después tocando el que es el órgano más antiguo de Euskadi.

“Tengo muy buenos recuerdos de ese momento”, admite. Y es que ambos sitios le sorprendieron para bien, ya que descubrió el conjunto de trompetas horizontales que se llaman en batalla, del órgano del Euskalduna, que son muy sonoras, y fue un invento de un organero vasco. Invento que se encuentra también en Zenarruza, ya que “hay una trompeta en batalla”, lo que significa que no están a la vista, hay una celosía que se abre, y de ahí “sale un carro con 200 trompetas con los tubos”. Este invento dejó tan impactado a Olivier Latry que, en su visita a Montreal, pidió que se hiciera una réplica del órgano del Euskalduna. Ahora, la orquesta sinfónica de Montreal cuenta con un ejemplar enorme que, en palabras del organista de Notre Dame, “aunque no sea el más grande de Canadá sí que es el mejor sin duda”.