BILBAO. Vidarte se ha referido a esta cuestión a preguntas de los asistentes a una conferencia-coloquio organizada por la Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi (Adype) sobre lo que supone dirigir un Museo como el Guggenheim Bilbao.
Ha recordado que el proyecto de ampliación está presente en el centro expositivo desde 2009, hace ya 10 años, y que el Museo nació con un reducción del 30 % de su superficie prevista en el proyecto inicial, por lo que "solamente desde esa perspectiva no parece muy descabellado pensar que el museo sí necesitaría algo de ampliación".
Además, ha agregado, el Museo Guggenheim Bilbao, pese a ser nuevo y moderno, se levantó "con una concepción tradicional", cuando las prácticas artísticas y las expectativas de los visitantes respecto a los museos han cambiado a lo largo de las últimas décadas.
Por eso, ha explicado, en 2009 el Museo se planteó una ampliación discontinua en Urdaibai, y, tras indicar que la crisis económica dejó aquel proyecto encima de la mesa, ha reconocido que sigue "encima de la mesa desde entonces" porque "es una actuación que requiere del imprescindible apoyo económico de las instituciones propietarias (Gobierno vasco y Diputación de Bizkaia)". "Ese apoyo no ha llegado", ha evidenciado.
"El proyecto sigue vigente para el museo pero todavía no es un proyecto que las instituciones públicas contemplen como una de sus prioridades", ha rematado.
Juan Ignacio Vidarte, se ha referido también al éxito que ha alcanzado el Guggenheim Bilbao a lo largo de sus primeras dos décadas de existencia, con dos años consecutivos por encima del millón doscientos cincuenta mil visitantes y cinco por encima del millón.
Ha mostrado su preocupación porque este éxito "suponga una pérdida de tensión respecto al futuro".
"Haríamos muy mal en pensar que lo que ha ocurrido en Bilbao y lo que ha ocurrido específicamente con el Museo es normal". ha advertido.
"Como no es normal, por mucho que seamos de Bilbao, que cuatro de las diez exposiciones no gratuitas más vistas en el mundo en 2018 fuesen del Guggenheim Bilbao, no del de Nueva York", ha añadido.
"Es algo extraordinario, positivamente extraordinario, pero muy anormal, y por desgracia no tenemos nada que nos garantice que esto va a continuar siendo así en el futuro", ha remarcado.
"Si queremos que el éxito del Guggenheim se prolongue en el tiempo, tenemos que seguir manteniendo la tensión y pensado en que el futuro no esta garantizado", ha enfatizado.
Vidarte también ha mencionado que el año pasado la actividad del Museo generó un impacto económico que superó los 540 millones de euros, de los cuales aproximadamente 75 millones fueron ingresos para la Hacienda vizcaina.
"Estos 75 millones de ingresos fiscales suponen algo más de 8 veces las cantidades que el Museo recibe anualmente como subvención pública de las instituciones propietarias", ha destacado.
"Además el Museo generó, en su faceta de ayudar a la proyección de la imagen de Euskadi en el mundo, entre 23.000 y 24.000 noticias que llegaron a más de 6.000 millones de personas en el planeta", ha concluido.