bilbao - La Royal Opera House de la capital omaní, Muscat, la primera del golfo Pérsico, es la joya de la corona del Sultán Qabús, que ha promovido la música y la cultura en el país de las mil y una noches desde su ascenso al trono en 1970. La atmósfera mágica y exótica de Omán envuelve este teatro de ópera, cuyo exterior al estilo de un moderno palacio omaní de mármol blanco, rodeado de jardines, es una obra de arte en sí mismo.

La Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS) partió hace unos días rumbo a Muscat, para participar en las dos funciones de Madama Butterfly de G. Puccini que llevó el Festival de Perelada. Firmada por Joan Antón Rechi, en una coproducción con la Deutsche Oper am Rhein, esta Butterfly se estrenó en el festival catalán en su edición del verano de 2017, también con la participación de la BOS.

En esta ocasión fueron 73 los miembros de la Orquesta los que viajaron al sultanato omaní con una apretada agenda que sumaron cinco ensayos a las dos funciones que se ofrecieron al público los pasados días 17 y 19.

El director general de la BOS, Ibon Aranbarri, explica que la gira no supuso ningún gasto para la institución musical. “Ha sido un hito importante para la orquesta porque era la primera salida al extranjero desde los conciertos que realizamos en Japón en 2009. En este caso, hemos aprovechado la oportunidad que nos ha brindado el festival de Perelada, lo que ha venido a reconocer que la BOS está haciendo bien las cosas. Ha sido un primer paso para que este tipo de ocasiones se puedan volver a repetir, hemos dejado el pabellón de Bilbao bien alto”, confiesa Aranbarri.

El público de Muscat, emocionado, despidió en pie a los músicos, que estuvieron dirigidos por Marco Armiliato, y al elenco de cantantes comandado por María José Siri y Roberto Aronica, quienes ofrecieron una bella versión de la ópera de Puccini. “Al finalizar, no pararon de aplaudir durante casi diez minutos. Fue emocionante, insufla energía a los músicos y ayuda a incrementar la proyección de la ciudad, que ya es conocida allí por el Guggenheim. Ahora, también por la música”, dice Aranbarri.

Cuenta cómo anécdota el responsable de la BOS que en la segunda función en el Palacio de la Ópera de Muscat se fue la luz durante 40 segundos en el foso, “pero la BOS siguió tocando. Y no se perdió ni un solo compás. En la segunda función que hicimos en Perelada diluvió y tuvo que suspenderse. La orquesta, algo que la organización nos lo agradeció, siguió tocando con el chaparrón que caía y con los músicos y los instrumentos mojándose”. Durante la ausencia de los integrantes de la BOS debido al viaje a Omán, las orquestas de Castilla y León y Navarra asumieron sus programas de temporada, ya que tocaron como invitadas en el Euskalduna los días 10 y 11 y 17 y 18 de enero. Ahora, le toca a la BOS devolver las visitas.

temporada La Sinfónica bilbaina ha comenzado el año “por la puerta grande”. Pero además de sus compromisos con ABAO y Arriaga, la BOS tiene también otras citas importantes este año. Mahler volverá a estar presente en el programa número 14 (del 25 y 26 de abril de 2019) con su Quinta Sinfonía, dirigida por el octogenario maestro israelí Eliahu Inbal, especializado en el siempre complejo compositor checo y quien ya dirigiese en la temporada 2016-17 la Séptima Sinfonía, Canción de Noche, la única que faltaba en el repertorio de la orquesta bilbaina.

Destacan también los conciertos de una joven pianista, Varvara, (7-8 de marzo); el de la pianista georgiana Kathia (11-12 abril), una estrella mediática, (25-26 de abril); y el cierre de temporada con la soprano Rachel Nicholls, con el programa dedicado a las heroínas wagnerianas. Además, se ha programado un recital extraordinario de Maria Joao Pires el próximo 7 de febrero. Esta temporada se da una gran visibilidad a la música interpretada por mujeres.

La BOS, que cuenta con 86 músicos en plantilla, tiene 2.500 abonados a la temporada sinfónica y 259 a los de cámara. Está a punto de cumplir 97 años de historia y está gestionada por la Diputación y el Ayuntamiento de Bilbao por medio de la Fundación Juan Crisóstomo Arriaga.