- Haere Mai, de Paul Gauguin; El Palacio Ducal visto desde San Giorgio Maggiore, de Claude Monet; Al final del camino, de Pablo Picasso; o Los jugadores de fútbol, de Henri Rousseau; se podrán ver por primera vez fuera de Nueva York en septiembre cuando recalará en Bilbao. Estas cuatro obras forman parte de una selección de la Colección Thannhauser, que desde que fueron donadas a la Solomon R. Guggenheim Foundation no se han exhibido fuera de la ciudad de los rascacielos.

La muestra De Van Gogh a Picasso. El legado Thannhauser se expondrá en el Museo Guggenheim desde el 21 de septiembre hasta el 24 de marzo de 2019. Serán casi medio centenar de obras de grandes figuras del Impresionismo y Posimpresionismo así como de los primeros maestros modernos. Respaldada por la Fundación BBVA, en esta exposición, además de pinturas, esculturas y obras sobre papel, incluirá material de archivo como libros de inventario de la galería Thannhauser o fotografías históricas que contextualizarán la relación de esta familia y el arte.

Dividida en tres espacios, en el primero de ellos, Coleccionando impresionismo, se podrán admirar obras de Paul Cézanne, Edgar Degas y Édouard Manet. Según precisó el Museo Guggenheim en un comunicado, “estos artistas rebeldes, radicados en París y asociados en gran medida con el grupo de los impresionistas, trataron de librarse de los géneros y medios académicos, explorando los efectos cambiantes de los fenómenos naturales y los temas urbanos, y empleando recursos estilísticos como la pincelada suelta o las composiciones inusuales para lograr la ilusión de espontaneidad”. Y uno de los ejemplos es Ante el espejo, de Manet, donde se “ilustran los nuevos y pocos convencionales tipos de temas en esta representación de una cortesana ante su espejo, a medio desvestir”.

El viaje por El legado Thannhauser continúa en Coleccionando posimpresionismo y arte modernos temprano, que recoge a creadores como Paul Gauguin y Vincent van Gogh. Ambos artistas, que tuvieron mucha presencia en la galería de Múnich de los Thannhauser, “volvieron su mirada artística hacia el interior” y “reaccionaron contra la idea del arte como una ventana al mundo empleando líneas sinuosas y colores no naturalistas para infundir en sus obras un tono emotivo”. De hecho, Montañas de Saint-Remy, de Van Gogh, refleja “el estado emocional del pintor a través de una pincelada dinámica y de la aplicación de pintura muy densa”.

El recorrido finaliza en la sala dedicada a Pablo Picasso. En este espacio se podrá contemplar Le Moulin de la Galette, “la pintura más importante que ejecutó en sus dos meses de estancia” en París en 1900. Del pintor malagueño también se expondrán Fernande con mantilla negra y La mujer del pelo amarillo. La relación personal entre Justin K. Thannhauser con Picasso posibilitó que el marchante de arte adquiriera obras del pintor, sin recurrir a vías secundarias.

‘Colección Thannhauser’ La selección que recalará en Bilbao forma parte de las obras de arte del siglo XIX y comienzos del XX que Justin K. Thannhauser e Hilde Thannhauser legaron a la Solomon R. Guggenheim Foundation. Justin era el hijo del marchante de arte judío alemán Heinrich Thannhauser, que en 1909 fundó en Múnich la Moderne Galerie. Siempre ligado a la galería, Justin se encargó de ayudar a su progenitor a elaborar un versátil programa de exposiciones dedicadas a artistas impresionistas y posimpresionistas franceses y poniendo el acento en autores contemporáneos alemanes con regularidad.

Su trayectoria profesional siguió ligada al arte y en 1919 abrió una segunda galería en Lucerna con su primo Siegfried Rosengart. En 1927 las galerías Thannhauser se trasladaron a Berlín donde las exposiciones de artistas como Paul Gauguin, Henri Matisse o Claude Monet triunfaron. El ascenso al poder del partido nazi se convirtió en un grave problema ya que los nuevos dirigentes apostaron por eliminar el “arte degenerado” de la vanguardia y provocó que la galería Thannhauser cerrara sus puertas en 1937. La familia de Justin K. Thannhauser se trasladó a París para finalmente asentarse en Nueva York donde volvió a posicionarse como un relevante marchante privado de arte.

El compromiso que mantuvo toda su vida Justin K. Thannhauser con el arte, apostando por el fomento de la innovación artística le acercó a Solomon R. Guggenheim, con quien compartía ese espíritu. La donación que Thannhauser hizo a la Solomon R. Guggenheim Foundation incluía gran parte de su colección privada, en la que se incluían treinta picassos. Ahora, parte de esa colección se expondrá en el Museo Guggenheim de Bilbao.