valladolid - Los directores de Handia, Aitor Arregi y Jon Garaño, junto a José Mari Goenaga, comenzarán a rodar el 7 de mayo su primera película íntegramente en castellano, La trinchera infinita, que abordará el encierro en su casa de un topo de la Guerra Civil durante más de treinta años. El hecho de que sea el primero en castellano de su trayectoria, que ayer fue reconocida por la Semana de Cine de Medina del Campo con el premio Roel de Directores del siglo XXI, les impone “un poco”, tal y como reconoció Goenaga en la rueda de prensa previa a la entrega del galardón.

Sus anteriores trabajos, 80 egunean, Loreak y Handia fueron rodados en euskera, si bien las dos últimas fueron dobladas al castellano, “puesto que cada cine es como un ecosistema y, si quieres llegar a todas las salas, es obligatorio doblar las películas, porque no a todo el público le gusta verlas en versión original”.

Pero no han encontrado ningún obstáculo por el hecho de haberlas rodado en euskera “ya que la gente, lo que valora, es que una película comunique, que les llegue, independientemente del idioma en el que estén realizadas y, en este caso, la respuesta ha sido muy buena”, explicó Arregi.

Los diez Goya logrados con Handia, de las trece nominaciones con las que contaba, a Arregi “no” le supone “ningún vértigo” a la hora de afrontar su siguiente reto, ya que “son dos historias totalmente diferentes y la comparativa pierde fuerza”, y además consideró que “es una historia potente con grandes actores”, Antonio de la Torre y Belén Cuesta.

Pero, en el caso de Goenaga, sí admitió que “siente presión”, después del éxito de su último largometraje y de Loreak, que fue la candidata del Estado como mejor película de habla no inglesa para los Oscar en 2016 y a veces teme “no estar a la altura”, si bien, al haberse creado la expectativa con dos películas “lo aligera todo”.

Ambos coincidieron a la hora de señalar que seguirán haciendo cortometrajes, porque es lo que les permitió iniciar su carrera y los que les han vinculado al festival medinense, al que presentaron un total de siete trabajos, para obtener cuatro premios, de ahí que se mostraron “especialmente emocionados de recibir el Roel”. Además, se trata del primer galardón que reciben como equipo, aunque Jon Garaño no pudo acudir a la entrega del mismo por encontrarse en California, y por ello también se sintieron halagados, ya que consideraron que “se han ido haciendo como colectivo” con el tiempo y la experiencia acumulada.

En opinión de Arregi, “el cine en España ahora cuenta con más canales, lo que es síntoma de oferta cinematográfica, propia de las grandes industrias y, por tanto, creo que su salud es buena, porque además pueden convivir todos los géneros y todos los tamaños de cine”. Goenaga, por su parte, lamentó que “las películas españolas no estén llegando a los festivales internacionales porque algo falla en el aspecto estratégico y, por tanto, es necesario revisar cómo penetrar en esos certámenes”. - Efe