Durango - Reconociendo que los fundadores de Gerediaga fueron “muy valientes en pleno franquismo”, Mujika realiza un repaso del más de medio siglo de andadura de la entidad y remarca cuáles son los objetivos de cara al futuro.

¿Qué supone para Gerediaga Elkartea este reconocimiento?

-Ante todo una gran emoción y satisfacción. No cabe duda de que todo los premios son vitaminas que ayudan a seguir adelante y que lo reconozca Sabino Arana Fundazioa es un gran honor.

¿Cómo fueron los inicios de la entidad?

-En 1965 hubo un grupo de personas creativas que tenían muy claro que había que mirar atrás para poner en valor la Merindad. Es decir, una entidad histórica con un gran significado para la comarca. Además, teniendo en cuenta que lo hicieron en pleno franquismo, me parece que fueron muy valientes

¿Cuáles fueron las mayores dificultades en aquellos primeros años?

-Sin duda la primera la legal. Gerediaga fue la primera asociación registrada oficialmente en Bizkaia y sirvió también para proteger a muchas otras que bajo su paraguas pudieron subsistir.

¿Cómo definiría a Gerediaga Elkartea hoy?

-Una asociación que tiene tres grandes pilares: proteger, investigar y difundir. Por supuesto que nos conocen por la Durangoko Azoka, pero Gerediaga es mucho más.

¿Qué logros resaltaría en los últimos años?

-Hemos sabido adaptar la Azoka de Durango a los nuevos tiempos y necesidades para que sea un escaparate de la cultura vasca en general. No nos quedamos quietos cuando algo funciona y lo que intentamos es seguir abriendo Gerediaga.

¿Qué propósitos se han marcado para el futuro?

-Los cambios hay que reflexionarlos y hay que tratar que sean muy seguros. A pesar de que no habrá grandes modificaciones, uno de nuestros objetivos es acercarnos también a otras generaciones jóvenes. Por ello, tenemos las puertas abiertas a todo el público en general, pero con especial mimo a la gente joven que quiera acercarse y aportar algo a la cultura vasca y al patrocinio de nuestra comarca.

¿Cuenta Gerediaga Elkartea con relevo generacional?

-Yo creo que refleja un poco lo que está ocurriendo en otros muchos ámbitos. No voy a ocultar que echamos de menos que la gente joven se acerque a Gerediaga como socio o amigo.

¿Qué conclusiones saca de la última Durangoko Azoka?

-Ha sido magnífica. Lo que nos importa es que la gente que venga disfrute de esta experiencia en la cultura vasca. Por otro lado, al igual que hemos acercado este año a personas con discapacidades diversas, queremos hacerlo con gente de Euskal Herria que jamás han pisado la Azoka.

¿Qué le supone ser la presidenta de Gerediaga?

-Muchísima satisfacción y también una gran responsabilidad. Tengo que decir que sin el respaldo de mi familia no hubiera sido posible porque me han dado todo tipo de facilidades.

¿Tiene intención de continuar como máxima responsable?

-Eso no depende de mí. De momento creo que me quedan dos o tres años hasta la renovación de cargos. También pienso que sería bueno un cambio y no lo oculto porque ya son muchos años los que llevo de presidenta.