las emociones, cuando no se afrontan o gestionan, se convierten en traumas, en heridas, en sombras en la mente. Por eso, la psicóloga Marta Isasi y el fotógrafo Eneko Cajigas han puesto imágenes a esos sentimientos que ahora se exponen en la sala Yimby de Bilbao, una colección de fotografías que invitan a reflexionar al espectador para que reconozca sus propias cicatrices, “porque toda superación comienza con un despertar”.
Las sombras de la mente es una muestra -abierta al público hasta el próximo día 13- que afronta el reto de fotografiar emociones como el duelo, la ira, la derrota, la culpa o la soledad, es decir, a diferentes sentimientos y traumas que el ser humano experimenta a lo largo de su vida.
En total, 15 instantáneas que van acompañadas de textos, recogidos en el libro La huella dolorosa del trauma, y audios, porque según los creadores, la experiencia multisensorial provoca mejor el impacto que desean generar en el espectador.
El método fue, según explican, un proceso de “descubrimiento”. “Teníamos varias ideas iniciales en base a los casos que más le llegaban a Marta a la consulta y que más trata. Mucha gente no se da cuenta de que tiene ciertas cosas guardadas y que puede estar viviendo una vida insatisfactoria porque no reconoce el problema”, explica Cajigas. A partir de ese punto de arranque, elaboraron una pequeña lista, “que fue creciendo poco a poco, hablando con unos y con otros, y fijándonos en situaciones comunes que se daban en varias personas”, agrega el fotógrafo.
Cajigas, que ha trabajado en el mundo de la publicidad, opta en este proyecto por “sumergirse” en imágenes que evocan sueños y pesadillas. “Me meto en un tipo de instantáneas que a la gente le da menos reparo mirar, porque no ve la crudeza de la realidad cotidiana, pero aun así el espectador se introduce en una fábula que le cuenta una historia simple y limpia. Mi habilidad no es ser reportero, yo soy más de recrear y contar historias”, señala Cajigas.
Sin embargo, el autor asegura que “entre la psicología que yo puedo aportar y la de verdad, hay mucha diferencia”. Ese es precisamente el trabajo que ha aportado Marta Isasi. “Mediante estás imágenes el público puede enfrentarse a sí mismo, detectar qué le pasa y aceptar que tiene que enfrentarse a ello”, afirma la psicóloga. Según Isasi, la exposición evoca al “encuentro con la sombra, a ese contacto con tu parte vengativa, la que se resiente, la envidiosa, la mentirosa, la humillante, irritante, agresiva... Es decir, todas esas partes que la gente cree que no tiene”.
Ambos autores aclaran que “no se trata de una exposición de emociones”, ya que las fotografías presentes en la sala Yimby “son escenas, y esas escenas representan, a su vez, muchas emociones cada una de ellas, principalmente traumáticas”. “He visto muchos trabajos sobre es temática en los que se ha plasmado una sensación, pero lo que pretendemos en esta ocasión es “narrar procesos traumáticos, mostrar una imagen en la que el público puede sentir muchas cosas y que puede llevarle a pensar en diferentes historias”, matiza Isasi.
La psicóloga cree que después de acudir a la exposición “llega la reflexión”, ya que estas imágenes “dan cierto permiso a la gente. Cuando alguien viene y mira, es como si se diera un permiso a hablar de ello, porque parece que fuera no está permitido”. De hecho, ella misma ha participado en varias de las fotografías. En una de ellas aparece junto a su sobrina poniendo imagen al duelo. “Hemos querido plasmar el trauma que nos supuso, a ella como nieta y a mi como hija, el fallecimiento de mi madre, con una imagen en la que ambas estamos unidas por una lágrima de tinta, simbolizando una caída generacional”, afirma Isasi. “Quienes observen la fotografía no tienen que sentir vergüenza o pensar que esa emoción solo las han vivido ellos. Un duelo no es la pérdida de un ser querido, es la desaparición de cualquier cosa, cualquier tipo de pérdida que te acompaña siempre”, apostilla el fotógrafo.
Además del duelo, el secuestro emocional, las creencias limitantes, la ira, los sueños que esclavizan, la soledad, la obsesión o la autoexigencia despiadada son otras de las emociones y sentimientos que Eneko Cajigas ha retratado con su cámara junto a la ayuda de Marta Isasi, en un proceso “de sanación para ayudar a los demás”, según definen ellos mismos. “Cuando existe un trauma es que hay algo que no has superado. Si no tienes la capacidad de afrontarlo, el cerebro retira esa emoción a un lado, la deja aparcada para ver si en algún otro momento la puede gestionar”, señala Isasi, por eso, “el primer paso es identificarlo y verlo”, para después tratarlo y superarlo.
Próximo proyecto Las sombras de la mente no va a ser el único proyecto que Marta Isasi y Eneko Cajigas lleven a cabo juntos. Tras meterse en la piel del trauma, planean un segundo trabajo en el que poner imágenes al vínculo y las relaciones.
“Todas las personas que han participado como modelos en esta primera idea han quedado encantadas. De hecho, están dispuestas a repetir en el segundo proyecto sobre el vínculo que pensamos realizar próximamente”, asegura Isasi tras finalizar este proyecto, al que junto a Cajigas ha dedicado cuatro meses de trabajo y que tanto le ha aportado a ella misma: “Ha sido terapéutico”.