BILBAO - El grupo vizcaino de música jamaicana Akatz cumple 25 años de dedicación al reggae, el ska y el rocksteady. Y lo hace con un vinilo de versiones de Michael Jackson, Thelonious Monk y hasta del aurresku, así como una gira mundial que pasará por Europa y Latinoamérica. Los conciertos arrancan hoy en Bilbao, en el Kafe Antzokia, con una fiesta con múltiples invitados. “La experiencia es un grado, pero es la inconsciencia lo que nos mantiene alertas”, explica su cantante, Unai Quecedo ‘Bita’.
Año importante, el de su 25º aniversario.
-Es impensable para cualquier proyecto que no empiece con el “hasta que la muerte os separe”. En 1992, imaginar el 2018 era pensar en patinetes voladores y autopistas dibujadas en el cielo.
¿Cómo se sobrevive tantos años?
-La música okupa gran parte de nuestro tiempo. Tenemos músicos profesionales, aficionados e incluso uno que canta, pero el secreto para durar tantos es que no pase un día sin decirnos: ¡te quiero!
En 25 años ha habido múltiples cambios en la formación. ¿Reactivan al grupo o crean problemas?
-Se han vivido de forma natural. Nuevos proyectos y falta de tiempo han hecho que unos se vayan y otros entren; y aunque haya habido un buen número de músicos se debe más al tamaño de la banda, que en este caso sí importa.
¿Cómo está la escena ligada a la música jamaicana en 2018 y cómo ha cambiado?
-Aunque no queramos estar en ningún club que nos acepte como socios, sí nos sentimos parte de una escena mundial que tiene a México como país con más fans y después pequeños submundos en cada una de las grandes polis que suelen contar con dj, un par de cantantes y mínimo una banda que mantienen viva cualquiera de las oleadas que en forma de modas han readaptado los sonidos más clásicos (ska, rocksteady, reggae) en actuales. La reacción del público varía con la altitud y la latitud, y mantiene las constantes del estilo: diversión, desmadre y respeto por unos sonidos y una forma de contar las historias.
¿La visión musical del grupo ha variado o se mantiene?
-Es igual, seguimos viendo la música jamaicana como un todo, y mantenemos la distancia para nuestro proyecto, teniendo claro que no hemos nacido en Spanish Town o Clarendon, ni son los años 60 o 70. La variación es que hemos incorporado conocimientos y palabros para clasificar estilos, escuelas y ramas. Tenemos trabajos más centrados en un periodo concreto y otros más eclécticos en los que los ritmos de los 60 y los 70 se mezclan con guiños y producciones modernas.
Akatz no es una banda jamaicana al uso.
-Ni lo somos ni lo hemos intentado parecer nunca porque no nos va ese rollo revival y vintage. Lo vemos para hotel hortera de Las Vegas con señores gordos tomando ginebra con un granizado de Ginger Ale. Somos una banda actual que ensaya desde hace años en Bilbao y con una escuela que marca nuestra forma de hacer. Estudiamos a los clásicos sin intención de recrearlos o de sonar como ellos, solo para aprender y que nos transmitan parte de aquello que les hizo eternos.
Pasa igual con los idiomas.
-Tras abandonar voluntariamente la lengua “voy de internacional y no me entienden los que hablan ese idioma.com”, desde hace años usamos el castellano con pequeños guiños a la lengua de Resurrección María de Azkue. Nos alejan de los más puristas pero nos acercan a los fans en los conciertos y nos convierte en exóticos por la vieja Europa.
¿Cómo está el grupo en este cumpleaños?
-Con ganas de enseñar nuestro trabajo. Llevamos años en forma, debido sobre todo a la estrechez de los trajes (risas). Y la experiencia es un grado, pero sobre todo lo que nos mantiene alerta es la inconsciencia, no repetirnos e intentar sorprender y sorprendernos cada día.
Llegan con un disco nuevo, de versiones. ¿Cómo se eligieron?
-El formato A go go, del que hemos sacado el segundo disco, es una forma de dar salida a las versiones que tocamos y que nos apetece dejar constancia. También para incorporar otras nuevas. Los temas los elegimos en maratonianas sesiones de ensayo y charleta Akatziana. El formato vinilo de 10 pulgadas, menos habitual, le da un valor añadido.
¿Qué veremos hoy en Bilbao? Les imagino maqueados y elegantes. ¿Habrá sorpresas, invitados...?
-Elegantes iremos aunque terminemos un poco deskamisados, y habrá sorpresas e invitadas muy espaciales. Invitaremos también a músicos clásicos de la banda para tocar viejos temas. Nuestros conciertos pretenden ser celebraciones, comuniones entre público e integrantes donde lo único importante es acudir “predispuestos a Akatz”.