Bilbao - El Museo Vasco, en colaboración con el Museo San Telmo de Donostia, presenta la exposición Frivolité, en la que muestra 23 indumentarias de la aristocracia del siglo XVIII y que se podrá contemplar desde hoy mismo hasta el 7 de enero de 2018. La colección ofrece un amplio y diverso abanico de trajes de la alta sociedad que evocan la frivolidad de una nobleza refinada, galante y sensual. Este tipo de vestimentas, confeccionadas a base de seda, contenían mensajes políticos, de amor, artísticos y sociales a través de sus bordados.

El Museo San Telmo ya realizó una muestra semejante en 2014, con alrededor de 40 piezas textiles diferentes. Ahora, el Museo Vasco se centra en una selección de 23. “Eliminamos varias vestimentas por cuestión de espacio y con el objetivo de delimitar la temática”, explicó Maite Arratibel, técnica del Museo San Telmo. También justificó la selección argumentando que las piezas religiosas, que formaron parte de la exposición original, “se salían del discurso de Frivolité”. Los visitantes descubrirán piezas frágiles y vulnerables que caracterizan toda una época. “A veces nos olvidamos de que la moda también es cultura. Existe una historia detrás de cada pieza”, comentó Sorkunde Aiarza, coordinadora del Museo Vasco, que a su vez recordó que esta “exposición de lujo” es ideal para conmemorar los 100 años de la creación del museo.

Las muestras se encuentran divididas en dos salas y cuentan con un pequeño espacio en el que poder sentarse y observar una proyección audiovisual en la que se narra el proceso de restauración de las vestimentas. “Este trabajo fue realizado en numerosos talleres alrededor del Estado”, comentó, Lorea Bilbao, diputada foral de Euskera y Cultura, durante la presentación de la exposición. Por otra parte, Arratibel destacó el apoyo del Museo del Traje (Madrid), que ayudó a confirmar la procedencia de las piezas y la época de confección de las mismas. “Teníamos la duda de si las vestimentas estaban confeccionadas en el siglo XVIII o si eran disfraces tejidos en el siglo XIX para bailes. Desde Madrid nos confirmaron su originalidad”, señaló. Con la llegada de Luis XV, la seda fue el tejido más empleado en la confección de trajes de la Corte, que en siglos posteriores se reciclaron como indumentaria teatral, trajes de disfraces u ornamentos eclesiásticos.

Gran parte de las piezas de la colección que adquirió el Museo San Telmo fueron donadas en los años 40 por Concepción Cuadra y Viteri, mujer del pintor chileno Santiago Arcos Ugalde. Para una correcta realización de sus pinturas de índole costumbrista, el chileno contaba con numerosos objetos y vestimentas del siglo XVII, aunque el matrimonio también los usaba para acudir a bailes de disfraces en los que era obligatorio vestirse al estilo de dicho siglo.

La entrada general al museo es de tres euros y la tarifa reducida de 1,5 euros, mientras que los jueves es gratuita. Además, la exposición contará con un breve catálogo adquirible por un euro, en el que los interesados podrán consultar información detallada sobre la muestra.