BILBAO. El concierto escenificado podrá verse en el Teatro Arriaga de Bilbao por primera vez tras su exitoso estreno en el Festival de Perelada el verano pasado y está interpretada por los cantantes líricos Rocío Martínez (soprano), Anna Alás i Jové mezzosoprano), David Alegret (tenor) y Victor Sordo (tenor).
Bajo la dirección musical del maestro italiano Fausto Nardi, especialista en la obra de Monteverdi, los cuatro cantantes afrontan la exigencia vocal de los madrigales del compositor italiano, con la exigencia física de la representación de un combate de boxeo, sobre un ring que ocupa la parte frontal del escenario y las primeras filas del patio de butaca del Arriaga.
Ataviados con un vestuario de colores brillantes a mitad camino entre las batas con la que los boxeadores saltan al ring y la armadura de los guerreros medievales, y cubiertos los rostros con máscaras como las usadas por los luchadores mexicanos de lucha libre, los cuatro protagonistas evolucionan sobre el escenario a la vez que desgranan los medievales versos de Monteverdi.
Sobre el cuadrilátero se desarrolla la "atípica" pelea de pareja, por lo de tener lugar sobre un cuadrilátero, a cargo de la soprano Rocío Martínez y el tenor David Alegret, mientras que Victor Sordo narra al público el drama amoroso que se desarrolla en el escenario.
En el combate, los contendientes, provistos de los reglamentarios guantes de boxeo, llegan a intercambiar una serie de golpes hasta que uno de ellos cae muerto en la lona.
Para representar este concierto escenificado de música antigua basado en la obra "Il combattimento di Tancredi e Clorinda", estrenada en 1624 en el palacio veneciano de Girolamo Mocenigo y más tarde publicada como parte del Octavo Libro de Madrigales (1638) del prestigioso creador transalpino, tanto Rechi como Nardi han elegido los madrigales más famosos del autor para una, dos, tres y hasta cuatro voces, ha destacado Nardi.
"Combattimento" fue concedido por el Festival de Perelada para conmemorar el 450 aniversario del nacimiento de Monteverdi, un autor revolucionario que comenzó a abandonar la polifonía al gusto de la época para dar protagonismo a las voces de uno, dos o tres cantantes, lo que en el siglo XIX desembocaría en la ópera que conocemos hoy.
Tras recoger Rechi la propuesta, según ha explicado hoy al presentar el espectáculo a los medios de comunicación, "enseguida me vino la idea de un combate de boxeo, que funcionaba muy bien con la música de Monteverdi y que lleva la obra a una dimensión más particular".
"Esto, además, nos ofrecía la posibilidad de realizar un recorrido poético sobre las relaciones de pareja entendidas como un combate, una especie de lucha entre dos, muchas veces sin sentido, como sin sentido es la lucha entre Tancredi y Corinda".
"Acompañado de una música maravillosa, se muestran diferentes situaciones que se pueden dar en pareja, sin que la historia tenga una dramaturgia lineal; es decir, no es una historia con principio y fin desde que chico conoce chica, sino que es un recorrido a través de todas esas relaciones que nos plantean los madrigales de Monteverdi".
Ha precisado que el espectáculo reúne todas los madrigales más conocidos de Monteverdi como son "Purtimiro", "L'Incoronozione di Popea", "El lamento de Arianna" y "El lamento de la ninfa" y otros. El director musical de la obra, Fausto Nardi, ha explicado, por su parte, que ha buscado entre los madrigales que escribió Montervedi para "darle el sentido al espectáculo, porque no todos los madrigales que escribió valen para ello".
Ha explicado, en este sentido, que ha elegido "entre los madrigales que hablan sobre el amor, la muerte, la confrontación entre el hombre y la mujer porque las relaciones entre hombres y mujeres siempre son fuente de conflicto".
La parte instrumental de esta obra será interpretada por la Orquesta Barroca Vespres d'Arnadí, conformada en esta ocasión por siete excelentes músicos encabezados por el clavecinista y organista Dani Espasa, acompañado por Manuel Minguillón a la tiorba (parecido a un laúd pero con un mástil de grandes dimensiones) y la guitarra barroca, y Alberto Guerrero al violonchelo, a quienes se suman en el Arriaga los instrumentistas locales Pedro Gandía y Kepa Artetxe a los violines, Natan Paruzel a la viola y Paolo Zuccheri al violone.