bilbao - El grupo barakaldarra El Capitán Elefante, surgido de las cenizas de Arde Asia, edita hoy su tercer disco, un segundo larga duración titulado Un millón de hombres, en el que reinciden en su propuesta ligada al power pop, “más crudo y directo” en esta ocasión. La banda vizcaina presentará el álbum en Bilbao en marzo y tiene cerradas ya fechas en varias ciudades del estado, incluidas Madrid y Barcelona.
El Capitán Elefante, cuyos miembros se declaran seguidores de grupos actuales como Radiohead y de históricos como Buzzcocks y The Clash, consolida su trayectoria con este tercer disco, al que precedieron el debut, Nuevas coordenadas (2012) y el EP Agoraphobia (2015). En este último, ya simplificaron su formación, “abandonando la sección de vientos”, y apostando por “una mayor visceralidad”.
Lo constata su segundo largo, Un millón de hombres, que presentarán en la sala Moma de Bilbao el 24 de marzo. Ofrece un sonido “más crudo y directo”, de clara ascendencia power pop y “sin olvidar las buenas melodías”, explican. El disco incluye una decena de canciones marcadas por una voz teatral (a veces de timbre similar a la de Francis Díez, de Doctor Deseo), estribillos pegadizos, electricidad y hasta ritmos bailables, caso de la canción que titula el álbum y un homenaje a la Electric Light Orchestra (ELO) llamado Xanadú.
El grupo barakaldarra, que también entrega piezas cercanas al rock “de la vieja escuela” como El capitán y Sísifo, tiene previsto realizar una amplia gira a lo largo del año para presentar su nuevo repertorio, cuya producción ha corrido a cargo de Pedro J. Monge. Tienen ya confirmadas una docena de actuaciones en ciudades como Madrid y Barcelona, en las que buscarán a los fans de Vetusta Morla y Supersubmarina.
“En directo transmitimos buen rollo porque en nuestros discos hay canciones más reflexivas y filosóficas, pero también otras para bailar y cantar”, según Javier Marcos, su vocalista y guitarrista. “Entre nuestro público puedes encontrarte gente de todas las edades, desde poperos con pudor hasta punkys y rockeros sin complejos”, concluye.