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Mamba Beat: “En Euskal Herria se baila, ya no somos árboles”

El cuarteto Mamba Beat, pionero del pop-rock electrónico vasco, presentará su último disco, ‘Paint me in black’, en el II Mundaka Festival, a finales de mes

Mamba Beat: “En Euskal Herria se baila, ya no somos árboles”

Bilbao- “Estamos más poperos y ochenteros que nunca”, asegura el grupo vizcaino Mamba Beat al evaluar el contenido de su último disco, Paint Me In Black, que presentará en directo a finales de mes en el II Mundaka Festival, en el que colabora DEIA. Y podría decirse que también más indies y electrónicos ya que, a pesar de su título, las raíces más blancas del grupo están aflorando a la superficie. “La gente ya baila en Euskal Herria, no somos árboles”, explica la banda en esta entrevista.

El BIME del año pasado fue el arranque de una gira que en 2016 le está dando muy buenas noticias, ¿verdad?

-Sí, hemos vivido unos meses a tope con la gira, que hemos disfrutado mucho. Hemos pasado por Biarritz, Gasteiz, Donostia, Bilbao... Y también nos han llamado de fuera de Euskadi, de Madrid, Burgos o Santander, sin olvidar las fechas de los festivales que hemos ofrecido desde primavera.

¿Qué balance hacen de los conciertos y de la aceptación del disco?

-Con el disco nos hemos quedado muy satisfechos porque le hemos dado tiempo y medios y eso, al final, se nota. Y además, la sensación es que tenemos un espectáculo de directo compuesto básicamente por las canciones del nuevo álbum que funciona muy bien, con estribillos que enganchan a la gente. Estamos haciendo transiciones entre las canciones mediante sesiones electrónicas que empujan a bailar al público en los conciertos.

Ha costado pero, por fin, ¿ha dejado de dar miedo bailar en Euskal Herria? Cada vez hay menos prejuicios ¿no creen?

-Va poco a poco, pero sí; no estamos tan sueltos como en el Congo Belga pero tampoco somos árboles. A la gente, si le das opciones, junto a un ambiente adecuado de luces y sonido que haga más fácil desinhibirse, le gusta moverse.

El disco nuevo tiene guitarras, pero yo les veo cada vez más electrónicos. Y en directo, también.

-Nuestro sonido siempre ha buscado ser un equilibrio entre elementos más orgánicos como guitarras, baterías y voces, y otras sonoridades más electrónicas en bajos y sintetizadores, aunque todo se mezcla sin fronteras muy marcadas, y a veces, por ejemplo, hay voces o baterías que tienen un enfoque más procesado; y viceversa. Los directos suelen ir subiendo en contundencia y acabamos con un sonido más enérgico y electrónico.

Las influencias más negras (latino, afro-beat, el funk...) parecen estar quedándose en el camino.

-Tiene razón (risas). Quizás será que al salir tanto de noche hemos ido perdiendo color y con los años ha ido aflorando más nuestra raíz blanca. Además, a la electrónica que siempre hemos utilizado se le han ido acoplando tendencias de pop y rock indie y una electrónica más europea cercana al techno.

Aluden al pop. Sus últimas canciones tienen estribillos que se quedan a la primera escucha. Ya pasaba con New Order y otras referencias de la banda.

-Estamos más poperos y más ochenteros que nunca, es verdad, porque el cuerpo nos pedía comunicar más con la gente mediante estribillos. Nuestra sonoridad siempre ha llevado voces, sintetizadores y bajos con influencias del synth pop de los 80. Nos etiquetan tipo Depeche Mode y New Order (en 2014 hicimos veinte fechas con versiones de ellos, así que seguro que algún poso nos han dejado), aunque también buscamos un sonido más actual cercano a Kasabian o M83.

El título del álbum remite a los Stones y también a The Stooges en alguna letra.

-Procede de la letra de nuestro tema Use me!, en el que se dice “ponme una correa, píntame de negro (Paint me in black) y seré tu fiel doberman”. Esa es la actitud que tratamos de llevar a nuestros temas y a los directos, la de “estoy dispuesto a todo”, que, por otra parte, es muy Stones y Stooges. Así es, tiene razón.

Y el arranque de ‘Lovin in the woods

-Sí, nos lo ha comentado. Tiene un espíritu parecido, como una elevación positiva, con acordes mayores, letras soñadoras y visuales con imágenes de naturaleza de fondo. Solemos arrancar los conciertos con ese tema porque genera una sensación de armonía con el público que es perfecta para empezar.

Los textos son muy pasionales y tentadores. Y suenan esperanzados a pesar de temas como ‘SOS

-Las letras giran en torno a pasiones (We’ve found our world, Ezin lorik egin), pasiones adictivas (Love&hate, Addiction to escape) y hasta a pasiones más adictivas todavía, casi rozando con el sufrimiento (S.O.S. Save Our Souls, Use me!, Zigor nazazu). Pero aparecen unidas por un nexo común de positividad para poder remontar con la alegría y el peace & love que remata temas como Song for the bad times, Lovin’ in the woods o We are rivers in the sky.

Y no han dado la espalda al euskera. Ahí sigue siempre.

-Aunque hemos usado en nuestras canciones principalmente el inglés, siempre ha habido canciones en euskera en todos los álbumes. Nos gusta cómo encajan ambos idiomas en nuestra sonoridad.