Kimuak, los brotes del séptimo arte
El programa de distribución de cortometrajes del Gobierno vasco difunde los trabajos de directores vascos
Alo largo de una aventura que comenzó en 1998, Kimuak ha conseguido que alguno de los cortos de su catálogo se paseen por las alfombras rojas de prestigiosos festivales de todo el mundo. Así lo hizo Nacho Vigalondo con su 7.35 de la mañana en 2003 cuando llegó a los Oscar, o Raúl de la Fuente en los Goya en 2014 con Minerita, que incluso logró hacerse con la estatuilla.
Bajo la premisa de difusión y distribución de cortometrajes nació esta iniciativa, dependiente del Departamento de Cultura del Gobierno vasco, que ya se ha consolidado como un pilar fundamental para los cineastas en Euskadi y un referente en los festivales de todo el mundo. Kimuak, los nuevos brotes de los que terminan naciendo las futuras plantas, fue el nombre escogido para un proyecto que busca precisamente eso, ayudar a brotar y crecer a los cineastas vascos, una meta que ya han alcanzado con directores como Asier Altuna, Borja Cobeaga o Telmo Esnal. “Tenemos muy claro que Kimuak tiene que estar al servicio de los cortometrajistas para que puedan mover sus cortos por todo el mundo”, explica Txema Muñoz, director del programa.
Antes el cortometraje se consideraba el “paso previo necesario para saltar al largo”, pero de un tiempo a esta parte, Muñoz asegura que “está recibiendo otro status, se empieza a valorar como un territorio de experimentación en sí mismo”.
En esta edición, el cineasta Kepa Sojo ha quedado seleccionado por primera vez en Kimuak tras llevar veinte años presentando sus propuestas. Lo ha logrado gracias a su cortometraje Hileta, protagonizado por actores vascos como Itziar Atienza, Kandido Uranga o Mikel Losada. “Mucha gente me relaciona con la generación de Borja Cobeaga, Koldo Serra y Asier Altuna. Es cierto que hemos hecho películas al mismo tiempo, pero para mí es la primera vez que me seleccionan en Kimuak, y supone una sorpresa y una enorme satisfacción”, afirma Sojo. Tras haber estado nominado en 2015 a los Goya con su trabajo Loco con ballesta, y convencido de las puertas que le abrirá Kimuak a Hileta, el primero que realiza el director en euskera, Sojo confía en llegar a diferentes festivales de todo el mundo gracias a este programa.
Los que repiten en Kimuak son los directores de Loreak, José Mari Goenaga y Jon Garaño, con un cortometraje titulado Renovable, grabado en la Torre Iberdrola de Bilbao, y que vuelve a retomar a los personajes del corto Sintonía. “Por un lado, Kimuak te facilita el trabajo de difusión y distribución, y por otro es un programa que en unos años ha conseguido mucho prestigio, por eso muchos festivales, cuando reciben un cortometraje con el sello de Kimuak, se interesan por tu trabajo”, explica Goenaga. El realizador cree que “mucha gente no ve con buenos ojos que se seleccione a directores que ya están haciendo su carrera al margen de los cortos”, pero opina que cada trabajo es “un mundo aparte”. “El que hayas hecho previamente Loreak no debe influenciar en la carrera del nuevo corto que hayas hecho, cada trabajo tiene que tener su camino”, afirma. Además, el mundo del cortometraje ha cambiado para Goenaga. “Antes quedaba atrás cuando un director daba el paso hacia una película”, comenta, pero su generación, esos realizadores que han “crecido bajo Kimuak”, alternan ambos formatos. “Ahí están Telmo Esnal, Asier Altuna, Borja Cobeaga o Nacho Vigalondo; todos ellos se mueven con éxito por ambos géneros”.
Otras ediciones Koldo Almandoz fue seleccionado la primera edición de Kimuak, en el año 1998. Lo consiguió gracias a su corto Razielen itzulera. Desde entonces, el realizador ha tenido una carrera imparable. “Creo que vieron que había un cierto nivel en los trabajos que se estaban llevando a cabo en Euskadi, y que estaría bien reunirlos y darles un apoyo, una distribución, y por ello nació Kimuak”, recuerda Almandoz.
El director explica que Razielen itzulera estaba rodado en 16 milímetros. “Entonces hacer un cortometraje no era tan fácil como ahora, estamos hablando de tiempos en los que se rodaba en celuloide”, rememora. En aquellos años, cuenta, eran “cuatro gatos” los que se dedicaban a esto, en cambio “ahora el cortometraje, gracias a Kimuak, ha cobrado mayor protagonismo y prestigio, y son muchos más los proyectos que se presentan”. “Antes hacías un corto y no sabías qué hacer con él, no sabías distribuirlo. Ahora, cuando alguien hace un corto tiene el objetivo de entrar en el catálogo de Kimuak, porque es un referente para que logre visibilidad”, sentencia.
Raúl de la Fuente logró hacerse con el Goya tras su selección en Kimuak con Minerita. El navarro solo tiene palabras de agradecimiento para este programa por el que su corto “logró pasar por más de 140 festivales. Todo eso desde luego que ha sido gracias a formar parte del catálogo de este programa”. “Mucha gente nos envidia a los vascos por tener una iniciativa como Kimuak, que apoye tanto el cine”, apunta De la Fuente.
‘Beti bezperako koplak’Ageda Kopla
‘Caminan’Mikel Rueda
‘False flag’Asier Urbieta
‘Gure hormek’ Pasaik
‘Hileta’Kepa Sojo
‘Ihesa’ A. Díaz Castaño
‘Renovable’Goenaga y Garaño
Más en Cultura
-
Mägo de Oz defiende su participación en el festival Viña Rock, respaldado por un fondo proisraelí: "Iros a tomar por culo"
-
Pantxoa eta Peio ofrecerán un segundo concierto en el BEC
-
Obama elige una canción de Rosalía entre sus favoritas de 2025
-
De los populares Vanesa Martín y El Kanka al indie de Amaia Miranda