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"Confío en llegar a la 20 edición con la salud que tenemos hoy"

La ciudad se prepara para disfrutar de un cartel que la promotora Last Tour ha diseñado incluso con sobresaltos de última hora

Gasteiz - Apenas quedan 48 horas para que Mendizabala empiece a vibrar y eso supone para la organización el último acelerón para que todo salga como debe, algo sobre lo que habla Alfonso Santiago, de Last Tour International.

Entendiendo que situaciones como la de Primal Scream son incontrolables, ¿cree que afectará a la calidad del cartel? ¿Si la hay, cuál es la mejor forma de afrontar un contratiempo así?

-Son situaciones imprevisibles y difíciles de arreglar. Cuando se te cae un artista de estas características a poco más de 10 días del festival es muy difícil encontrar a alguien de la misma envergadura, todo el mundo tiene ya su planificación. Normalmente se tiende a contratar algo menor que trate de paliar un poco la pérdida. En este caso hemos tenido mucha suerte. El pasado viernes The Hellacopters tenía programado su único concierto de regreso en Suecia. Les hicimos una oferta e insistimos y conseguimos que aceptaran. Con la banda estuvimos negociando hace meses y nos dijo claramente que no, que este año harían solo una actuación.

Si en 2002 le dicen que el Azkena iba a durar 15 años?

-Pues la verdad es que habría apostado poco por ello. El año 2002 era muy diferente a 2016. La música no tenía el respaldo social que va consiguiendo ahora, era mucho más difícil hacer conciertos y aún más festivales. ¡Y un festival de rock mucho más!

¿En qué ha cambiado y qué mantiene el certamen?

-Gran parte de la esencia se conserva: la pasión por el rock, el tipo de bandas que programamos, el encanto de Mendizabala, en gran medida la ubicación de escenarios y actividad... y por supuesto, una gran masa del público que lo ha hecho posible a lo largo de estos años y sigue fiel al festival.

Cada uno tendrá sus momentos especiales sobre el escenario. ¿Dos o tres suyos?

-Hay muchísimos, pero nombro tres. En 2002, cuando subió Mudhoney al escenario de la sala en la primera edición; fue complejo hacer aquel Azkena por los problemas de calores y condensación, había muchas bandas en poco espacio, mucho trabajo... pero a partir de Mudhoney llegó la paz y el disfrute. También el concierto de Iggy & The Stooges en 2003; cuando subieron al escenario fue el despegar de un sueño. Y Chris Isaak en 2010; fue un momento mágico bajo la lluvia de un artista increíble en un contexto especial. El público aguantó la lluvia continua y posiblemente vivimos el momento más épico de la historia del festival.

¿Y alguna anécdota, que se pueda contar, de lo acontecido entre bambalinas?

-Seguro que hay mil anécdotas o cosas que se han fraguado en el backstage del festival. Siempre ha habido una gran sintonía entre las bandas que vienen, se palpan muy buenas vibraciones. Quizá el año más tenso y complicado fue cuando le robaron la guitarra a Chris Isaak. Después de todo el trabajo que nos costó traerle y el gran concierto que acababa de dar, fue un gran shock que le robaran la guitarra, que, por cierto, aún no ha aparecido.

Como el festival está de cumpleaños, ¿qué deseos pide? ¿Recuperar el tercer día?

-Estaría muy bien recuperar el tercer día. El pasado año ya recuperamos los conciertos de la Virgen Blanca y espero que pronto pueda ser posible la tercera jornada. Y otro deseo es, al menos, durar otros 15 años haciendo el mejor festival de rock posible y que todos los que disfrutamos de él nos encontremos año tras año en Mendizabala.

Es indudable el peso que tiene The Who en este cartel. ¿Qué show le espera al Azkena teniendo en cuenta que rondará la hora y media más o menos?

-El tiempo es el que la banda requiere. Tocarán gran parte de su show de hits, un concierto de celebración de sus 50 años en el que desgranan un repertorio muy similar en casi todo este tour.

¿Las exclusivas de Lucinda y Danzig son la manera de demostrar músculo?

-Para un festival de estas características es necesario tener cosas exclusivas, shows que hagan el evento especial. Es algo que siempre ha habido y debería seguir habiendo. Y estas dos en particular nos hacen mucha ilusión, son artistas que nunca han estado y lo hemos intentado todo los años.

Más allá de los nombres evidentes, ¿qué recomendaría no perderse?

-Hay nombres muy interesantes como Blackberry Smoke o Vintage Trouble, que es una de las nuevas bandas más interesantes, y nuevos valores como Jared James Nichols, Daniel Romano, Vintage Caravan, Los Brazos o Cobra. Y el show de Gutterdämmerung puede ser especial y diferente.

¿Cuál es el principal reto que tiene el Azkena para afrontar su futuro? ¿En qué puede cambiar, mejorar o evolucionar?

-Tenemos que hacer más atractivo el recinto, programar artistas especiales o novedosos, mejorar las actividades paralelas... Y todo en un contexto de mucha competencia, por lo que estos próximos años van a ser especialmente difíciles. Pero confío en que podamos llegar a la 20 edición al menos con la salud que tenemos a día de hoy.