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“En la partitura todo está escrito menos el sentimiento”

Malaxetxebarria dirige ‘El Mesías’, de Häendel, mañana a las 18.00 horas, en el ciclo de música antigua de Ziortza

“En la partitura todo está escrito menos el sentimiento”

Bilbao- Es el segundo año que el director Jon Malaxetxebarria (Gernika, 1984) participa en los conciertos de Ziortza. Mañana dirigirá a la Bizkaiko Orkestra Sinfonikoa (BIOS). Tras completar sus estudios de trompa en Chicago con Dale Clevenger, en el año 2010 Malaxetxebarria se trasladó a Manchester para realizar el Máster de Dirección de Orquesta en el Royal Northern College of Music. Su éxito internacional le ha llevado a ser director invitado de orquestas como la Manchester Camerata, Lancashire Chamber Orchestra, Liverpool Mozart Orchestra y la Nottingham Philarmonic. Actualmente, dirige la Solihull Symphony Orchestra.

¿Por qué ha escogido para mañana ‘El Mesías’ de Häendel?

-Es un compositor especial y al cual no dirijo habitualmente, porque yo no soy especialista en música barroca. Normalmente dirijo orquestas más grandes, orquestas sinfónicas, e interpretamos repertorio de Beethoven en adelante. La música de Häendel es increíble, y lo que transmite con tan pocos medios es fascinante.

Es el segundo año que dirige en Ziortza.

-Estuve el año pasado por primera vez. El entorno donde se hacen los conciertos es muy especial, ya que se trata de un monasterio situado en la punta de una colina. La acústica de la iglesia es excepcional, aunque lo malo que tiene es que no entra toda la gente que quiere. Para mí significa mucho porque el primer concierto de música clásica al que yo fui, que fue en Zenarruza. No recuerdo ni qué orquesta era ni qué coro era, pero ahí me entró el gusanillo en el estómago por aprender música.

Siempre quiso ser director, pero le dijeron que era muy difícil vivir de esta profesión. ¿Nunca pensó en tirar la toalla?

-No, siempre fui muy testarudo. Nunca pensé en tirar la toalla, y no pienso hacerlo. Es muy difícil vivir de esta profesión, pero eso le pasa a cualquier artista. Uno nunca puede tirar la toalla, si es algo que sientes en el estómago y no lo haces, eres miserable.

¿Es verdad que la música es una profesión solitaria?

-Para ser honesto, paso el 95% de mi vida solo. Estoy solo en casa, estudiando, con mis partituras. Tengo relación con orquestas cuando voy a dirigir a algún sitio, pero en el único momento que hablo con gente es durante el ensayo, y no es una conversación, es un canal mandando información a la orquesta con una respuesta musical. Luego te vas al hotel, y estás solo hasta el siguiente ensayo. En ese aspecto sí es una profesión solitaria, pero también hace falta ser solitario para poder adentrarte en el mundo de las partituras y realmente interiorizarlas.

Dice que cada director crea realidades musicales diferentes con una misma partitura. ¿Cómo definiría su sello personal?

-Cada compositor tiene su estilo. Yo tengo influencias de los profesores con los que he estudiado. Además, todas las personas no ven lo mismo en una partitura. Un director puede pensar que una frase está escrita por un motivo y otro puede opinar que la razón es diferente. En la música todo está escrito menos lo más importante: el sentimiento. Nosotros solo tenemos las notas, el resto no aparece. Yo le doy vida a la partitura como creo que debe ser, y eso puede ser diferente a otros directores, pero tampoco intento hacer nada especial, porque siempre intento ser honesto al compositor.