Los Goya, 30 años de historia y anécdotas
Forqué y Carmen Maura, las actrices más premiadas y en el apartado masculino, Bardem
madrid - La Academia de las artes y las ciencias cinematográficas celebra el próximo sábado 6 de febrero la 30 edición de los Premios Goya, una ceremonia con la que se culminan tres décadas marcadas por pequeñas anécdotas como las primeras estatuillas desmontables, los niños precoces premiados que ya no podrá repetirse o algunas galas marcadas por la polémica y las reivindicaciones políticas. La primera edición de los Goya tuvo lugar en el año 1987 con un claro ganador, Fernando Fernán Gómez y su película El viaje a ninguna parte - mejor película, dirección y guion- . Se dio además la casualidad de que el actor fue premiado en esta misma edición por su trabajo en Mambrú se fue a la guerra. En esta edición, la primera estatuilla que se entregó -pesaba casi quince kilos- fue encargada al escultor Miguel Ortiz Berrocal y se trataba de una obra desmontable que combinaba el busto del pintor Francisco de Goya con una cámara cinematográfica.
Años después, se encargó al escultor José Luis Fernández una nueva estatuilla con un busto en bronce, más pequeño, que representa al pintor. Esta escultura, que pesa casi tres kilos, es la oficial desde 1990. En la historia del palmarés, Forqué ocupa un lugar privilegiado junto a Carmen Maura como actriz con más premios Goya (cuatro en total). En el apartado masculino es Javier Bardem el que lidera esta clasificación, con cinco galardones, mientras que la película más premiada continúa siendo Mar Adentro, de Alejandro Amenábar, con 14 estatuillas.
Las galas han puesto también en la picota al gremio cinematográfico, en especial por sus reivindicaciones. Una de las primeras fue la del por entonces director de la academia, José Luis Borau, quien en 1998 se pintó las manos de blanco en repulsa ante el asesinato del concejal sevillano del PP, Alberto Jiménez Becerril, y su esposa. Sin embargo, quizás la gala más sonada fue la del año 2003, donde se puso de manifiesto el divorcio entre el mundo del cine y el Gobierno español vigente en ese momento, presidido por José María Aznar. Gran parte de los premiados acudió a la ceremonia con pegatinas del No a la guerra y aprovecharon sus discursos para mostrar su repulsa al conflicto bélico en Irak.
Otras anécdotas políticas tuvieron que ver con la presencia en 2005 de José Luis Rodríguez Zapatero, convirtiéndose así en el primer presidente del Gobierno español que acudió a la gala, o la ausencia del ministro de Cultura Wert en la edición de 2014. - Efe
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