donostia - A partir de ahora, los que quieran saber algo concreto sobre una escultura de Eduardo Chillida no tendrán más que consultarlo en el nuevo libro que recoge su obra. El primer volumen del catálogo razonado de escultura del artista vasco ya está en la calle, después de cerca de cuatro años de trabajo. La colección de libros, que constará de cinco tomos, recoge alrededor de 1.800 obras del escultor, que están ordenadas de manera cronológica. En concreto, el primer volumen, publicado por Nerea y patrocinado por la Obra Social de Kutxa, reúne las primeras 274 obras de Chillida como por ejemplo sus Ilarik o las primeras piezas del Peine del Viento, realizadas entre los años 1943 y 1973, a lo largo de 375 páginas. La dirección científica ha estado a cargo de Ignacio Chillida y su yerno Alberto Cobo, y el catedrático de Historia del Arte Kosme de Barañano ofrece un análisis crítico en el prólogo del libro.
“Esta publicación trata de reunir la totalidad de la obra escultórica de Eduardo Chillida”, explicó Alberto Cobo, quien apuntó que todas ellas están cotejadas de forma historiográfica. Según aseguró el director científico, el catálogo saciará diferentes intereses que pueda tener quien adquiera el libro: “Disiparemos las dudas de si alguna obra existió de verdad, aportaremos datos técnicos que puedan ser de interés y también ofreceremos bibliografía que puede ser útil para muchos trabajos de investigación”, afirmó, y agregó que puede servir de base para elaborar discursos sobre la obra del escultor. “Cada una de las esculturas tiene una ficha con nueve apartados -continuó Cobo-. Tendrá el número de registro, el nombre original, los materiales empleados, las medidas, la propiedad de la obra, las exposiciones más relevantes, bibliografía asociada y una imagen de la obra, en la mayoría de los casos”. Confesó que lo más dificultoso fue saber en qué muestras se expuso la obra y, en algunos casos, dar con una fotografía de la escultura. “Aun así, hemos conseguido algunas instantáneas de profesionales que colaboraron con Chillida, y son documentos de gran valor”, añadió. También confesó que no han podido descubrir el paradero de algunas esculturas, “pero no creo que supere el 20 o el 30% del total”.
difusión internacional En cuanto al trabajo, el director científico aseguró que su labor fue mucho más fácil de lo que podría ser porque “su obra estaba archivada desde que comenzó su producción artística”. “Llevábamos mucho tiempo recopilando la información, por lo que teníamos una base muy buena para trabajar”, recordó Ignacio Chillida, director científico e hijo del escultor. “Desde la familia habíamos intentado sacar adelante el proyecto, pero nunca antes había cuajado -admitió-. Ahora estamos muy contentos, ya que es el mejor regalo que podíamos hacer a nuestro padre”. Además, destacó que tenía que ser algo cuidado, y que tuviese “la difusión que se merece”. Precisamente ese es el trabajo que está realizando ahora la editorial. Según informó la editora Marta Casares, han dado mucha importancia a la difusión internacional. “Por ese motivo, el libro está escrito en euskera, castellano e inglés”, afirmó, y agregó que ya han contactado con un editor alemán para que llegue a su país. “Además, estamos trabajando en una versión digital”, apuntó. Por otro lado, agregó que la idea de ordenar las obras de forma cronológica tiene un objetivo: “Así, los tomos pueden venderse independientemente”.