LA excantante de 10.000 Maniacs vuelve cuatro años después de su indagación en la poesía infantil anglófila con su doble CD Leave your sleep. Su sexto disco en solitario y primero con canciones originales en 13 años, nos lo muestra con canas y madura, pero poco han cambiado su voz, estilo y filosofía, alejada de "la ambición y grandes expectativas". Su calidez vocal y buen gusto siguen vivos en su pop maduro impregnado de caricias folk -con guiños soul, jazz y country- y acertadas letras sobre el amor, el arrepentimiento, la entrega, la derrota? Sabia y madre divorciada, sabe de qué habla y canta, como en Ladybird, que vale un potosí, al igual que la orquestal The end. Una clase magistral.