bilbao. El escultor Anthony Caro, considerado uno de los mejores artistas británicos de esta disciplina de su generación, falleció el miércoles de un ataque al corazón a los 89 años de edad, según confirmó ayer su familia en un comunicado. Caro trabajó como asistente del también escultor Henry Moore entre 1951 y 1953, época en la que descubrió el arte moderno y empezó a desarrollar sus primeras obras de estilo abstracto.
Tras un viaje a Estados Unidos en los años 60, su obra se caracterizó por dar forma a materiales industriales mediante ensamblajes y soldaduras, normalmente pintados con colores vivos.
Caro estaba considerado como el escultor del acero. Con este material, realizó gran parte de sus 2.500 piezas, presentes en las principales colecciones de arte contemporáneo de todo el mundo, incluidas la de Bellas Artes de Bilbao, que tiene su obra Acto de guerra (Después de Goya). La colosal instalación Last judgement (el Juicio Final), que ha sido comparada en importancia por algunos críticos con el Guernica de Picasso, pudo también contemplarse en el 2000 en el museo de la capital vizcaina.
Desde 2008, Abandoibarra cuenta también con una de sus esculturas, Explorer's Book, que encaja bien con el pasado y el futuro de la zona. Y con la obra de Chillida, Begirari IV (El vigía), situada a pocos metros de la suya. "Eduardo fue uno de los grandes escultores del siglo XX y también un gran ser humano. Éramos amigos, nos entendíamos muy bien. No podían poner la obra en un lugar mejor, que junto a la de mi amigo Chillida", confesaba Caro durante su visita a Bilbao, coincidiendo con la inauguración de su escultura.
Un encargo que aceptó, a pesar de que no era un gran defensor de la escultura pública. Quizás por ello, a lo largo de su vida realizó pocas obras públicas: "He evitado toda mi vida este tipo de encargos, por lo que he conseguido una mayor libertad para crear".
Caro, que fue alumno del Christ's College de la Universidad de Cambridge, recibió varios premios y reconocimientos a su obra. El más importante fue el premio Jack Goldhill de escultura en 2008, entregado por la Real Academia de las Artes británica y dotado con 10.000 libras. Se le entregó además el galardón por su escultura Promenade, expuesta en la actualidad en el parque de esculturas de Yorkshire en Wakefield, calificada de "pieza excepcional" por el jurado del certamen. Anthony Caro, no obstante, no quiso formar parte de la prestigiosa Royal Academy pero recibió con gusto el nombramiento de Sir en 1987.
El escultor, que se había comprometido a seguir trabajando hasta cumplir los 100 años, presentó el pasado mes de junio una exposición con algunas de sus esculturas en la galería Gagosian de Londres. Tampoco dejó de acudir a su estudio, donde siguió trabajando hasta el último momento en sus habituales piezas de gran formato.