Madrid
LA Fundación Gala-Salvador Dalí, el museo Salvador Dalí de San Petersburgo (Florida) y el Museo Reina Sofía, los tres depositarios principales de la obra de Salvador Dalí, se han unido para organizar en Madrid una de las muestras más completas que permitirán descubrir, un poco más, al artista ampurdanés. En un recorrido formado por unas 200 obras, el objetivo de la muestra que abrirá sus puertas en el Museo Reina Sofía este sábado es simple: revalorizar al Dalí pensador, escritor y creador de una particular visión del mundo.
Los comisarios han diseñado diferentes secciones formadas, además de por pinturas y dibujos, por material documental, fotografías, manuscritos del propio Dalí, revistas, películas y filmaciones para entender el complejo universo del artista. La exposición comenzará con obras de la primera época en las que predominan los elementos que marcaron su infancia, como la familia, con Retrato de mi padre o Muchacha en la ventana, y el entorno que le rodeó en estos años plasmado en Acantilados o Paisaje de Cadaqués.
Su llegada a la Residencia de Estudiantes de Madrid a finales de 1922 y su encuentro con Federico García Lorca y Luis Buñuel, con quien colaboró en la película Un perro andaluz, entre otros, le relaciona con la Generación del 27, que agrupa poetas, escritores, pintores y cineastas. En ese momento Dalí se inspiraba en las vanguardias, coqueteando con el cubismo, el fauvismo o el futurismo. El imaginario colectivo desarrollado en la Residencia se refleja, por ejemplo, en los numerosos dibujos de la serie Putrefactos. Entre otras importantes obras se podrá ver también el emblemático Retrato de Buñuel.
La visión que Dalí tuvo de si mismo y la que construyó en diferentes momentos de su vida se podrá descubrir en Autorretratos. Desde su autorretrato con cuello rafaelesco u otro cubista, hasta el film realizado en 1966 con Jean-Christophe Averty Autoportrait mou de Salvador Dali. En un momento presurrealista, con influencias de Masson, Bataille, Miró y Picasso, Dalí realiza obras como Asno podrido (1928) o Carne de gallina inaugural.
Parte central de la exposición será la etapa surrealista y en concreto el método paranoico-crítico desarrollado por el artista como mecanismo de transformación y subversión de la realidad, con grandes obras como El Gran Masturbador, La persistencia de la memoria o El Espectro del Sex-Appeal.
La exposición dedicará secciones específicas a la relectura que el artista hizo del Angelus de Millet; al surrealismo después del 36, con objetos como el White Aphrodisiac Telephone o Veston aphrodisiaque; y al tema de la guerra, con óleos como Premonición de la guerra civil (1936).
El recorrido incluye 30 de los dibujos originales que sirvieron para ilustrar el libro La Vida Secreta de Salvador Dalí, de los años cuarenta, para pasar a los trabajos relacionados con su experiencia en Estados Unidos, en la que revaloriza la teatralidad de su obra. Es el momento de proyectos cinematográficos experimentales y de los relacionados con Hitchcock y Walt Disney. El periodo místico-nuclear, marcado por la Segunda Guerra Mundial y la catástrofe nuclear de Hiroshima y Nagasaki, estará representado por obras como Cabeza rafaelesca estallando o La máxima velocidad de la Madonna de Rafael.
A partir de los años 60 y hasta el final de su creación, el artista experimentó lenguajes de futuro, con obras como Dalí de espaldas pintando a Gala de espaldas eternizada por seis córneas virtuales provisionalmente reflejadas en seis verdaderos espejos o su última obra Cola de golondrina y violonchelos.
Además de las ya mencionadas, han contribuido con excepcionales préstamos instituciones como el MoMA (Nueva York), con La persistencia de la memoria; el Philadelphia Museum of Art, con Construcción blanda con judías hervidas; la Tate Modern con Metamorfosis de Narciso o los Musées Royaux des Beaux-Arts de Bélgica de donde vendrá La tentación de San Antonio.