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Van Morrison, nacido para cantar

El veterano intérprete irlandés publica un 'Born to sing: no plan B' trufado de r&b, jazz y soul

Van Morrison, nacido para cantar

bilbao

la de Van Morrison es una historia apasionada de entrega a la música desde hace más de medio siglo. A sus 67 años sigue defendiendo que "he nacido para cantar", y así lo atestigua su disco actual, un Born to sign: no plan B (Blue Note), en el que ofrece, a ritmo de r&blues, soul y jazz, varias diatribas contra el capitalismo y el materialismo, y odas a la pasión y a abrirse a los sentimientos. "La pasión lo es todo", sigue defendiendo el irlandés.

Van The Man Morrison, el león de Belfast, seguirá dando zarpazos y gruñendo hasta que muera. Si bien es cierto que la edad y tantos años de música le pasan factura en directo, donde parece llevar puesto el piloto automático hace tiempo, se le disfruta más en sus discos, sin ser aquellas obras maestras arrebatadas y elegíacas de principios de su carrera o sus mejores álbumes de los 80. A pesar de ello, el disco actual, grabado en su Belfast natal, que recoge el testigo a Keep it simple (2008) y el que hace el número 35 de su carrera, incluye algunas de sus mejores canciones de los últimos tiempos.

Algunos se han atrevido a glosar que Born to sign: no plan B recuerda los tiempos gloriosos de la Caledonia Soul Orchestra. Exageran, pero Morrison sigue ofreciendo buenos momentos a sus 67 años. Quizás sea porque, como asegura en la canción que da título al álbum (toda una declaración de principios), "la pasión lo es todo cuando naciste para cantar… cuando el grupo empieza a tocar, lo comprendes todo", defiende el irlandés, para quien "cantar es mi profesión, no hay plan b", apostilla.

Morrison, que en una entrevista con el periódico inglés The Guardian, reconocía la importancia de míticos cantantes y músicos como Leadbelly, el armonicista Sonny Terry, Mahalia Jackson o Ray Charles, para que aquel chaval pequeño y enfurruñado de Belfast acabara dedicándose a la música y siendo conocido como voceras del grupo Them. El espíritu de todos ellos sobrevive en la nueva decena de canciones de Morrison, quien, en esta ocasión, no ofrece ninguna pista verde relacionada con su querido folk celta y entrega un álbum de influencias y sonido claramente negro.

El CD alterna pedazos de soul robusto, con preciosos riff de metales (diversos tipos de saxos, algunos interpretados por él mismo, y clarinetes) como el de Open the door (to your heart), con paseos jazzy (con solos de bajo y saxo incluidos) como el de Goin´ down to Monte Carlo, una de las cumbres del disco; baladas emocionantes de aliento soul como Born to sing y End of the rainbow; swings de ritmo burbujeante como Close enough for jazz; y blues clasicistas en el intenso y acústico Pagan heart, con ecos de John Lee Hooker.

El CD, que ofrece también gemas como el nostálgico Mystic of the east y el sinuoso If in money we trust, con tímidas pero acertadas percusiones, alterna algunos versos curiosos y resabiados -"Sartre dijo que el infierno es la gente/ creo que la mayoría lo es"- con abiertas declaraciones pasionales -"abre la puerta a tu corazón y a tu alma"- y todo un rosario de críticas en varias canciones al sistema capitalista, a las elites dominantes, a las escalas sociales, la propaganda, los programas basura de televisión… "Eres un esclavo del sistema capitalista/ dócil y complaciente", canta. Y también, "el dinero no te va a llenar/ solo sirve para pagar facturas", en un disco muy ligado al momento social y económico de su tiempo.