En época de fiestas y celebraciones, cuando la comida abunda en las mesas, el gran damnificado es, a menudo, el asado. Este queda relegado a segundo plato, ya que los entrantes y entremeses llenan el estómago. Ya sea un ave o el tradicional cordero, en la mayoría de los casos se guarda en la nevera sin tener muy claro cómo y cuándo comerlo.

Si se elige la opción de recalentarlo y consumirlo, el plato será seco y de menos calidad que el día en que se asa. Además, rara vez se tiene toda la pieza entera para repetir el mismo menú, por lo que una buena solución es recocinar las sobras del asado. Si este ha sido de cordero o de cabrito es adecuado recalentarlo un poco para que los jugos y la grasa se conviertan de nuevo en líquidos. Se pueden agregar esos jugos al guiso de unas patatas cocidas con verduras, para fortalecer el gusto.

Una vez cocidas las patatas se agregan trozos de la parte más carnosa del cordero asado (de la zona de la pierna), cortados a un tamaño de bocado. Con los huesos y recortes que sobren se puede hacer un caldo, que se reservará en el congelador para la próxima vez que se quiera elaborar cordero guisado o asado. De esta manera, en lugar de agregar agua se puede añadir este caldo.

Otra forma de aprovechar un asado como el de cochinillo consiste en agregar su carne troceada como guarnición de algún guiso de legumbres, en especial, si es en un cocido de alubias rojas. Al estar cocinado, los trozos se pueden añadir en el último momento para que no se cocinen en exceso.

Por su parte, los asados de ave tienen más posibilidades, ya que, al ser unas carnes de sabor más suave y menos grasas que las anteriores, permiten hacer recetas más variadas.

Destacan las croquetas, a las cuales se agregan pequeños trozos desmigados del ave asada. También se pueden rellenar unos pimientos con setas, bechamel y trocitos de ave, utilizar su carne para unos canelones, elaborar unas albóndigas o emplearlos como guarnición cárnica de multitud y variadas ensaladas.

La técnica del asado es muy extensa y posee gran tradición, realizándose no solo sobre elementos cárnicos sino también sobre pescados y verduras.