bilbao
El proyecto comenzó hace dos años cuando el escritor Harkaitz Cano y el músico Joserra Senperena visitaron el taller de Dora Salazar. Tomando como base los dibujos realizados por la artista navarra a lo largo de su trayectoria artística, cada uno fue fabricando su ideario imaginario, que luego ha quedado reflejado en el libro Cuentos para adultos. "Hemos desarrollado este proyecto, con la idea de trabajar cada uno desde su mundo, estableciendo un hilo conductor. No buscábamos una codependendencia de la imagen con la música y texto, sino más bien una compenetración, de manera que todos mantuviéramos nuestra autonomía", explica Dora Salazar, uno de las estandartes más singulares del arte vasco.
El libro en sí es una verdadera exposición con dibujos realizados hace muchos años por la artista, pero incluye también algunos de los más recientes, concretamente los de su última serie Princesas, en la que cuenta historias de mujeres desde lo cotidiano hasta lo fantástico. "La exposición es fundamentalmente este libro, te lo puedes llevar a casa, guardar, volver a mirar... Es un concepto diferente de mostrar tu obra", comenta Dora Salazar (Altsasua, 1963) . Pero además, esta peculiar iniciativa, a modo de experimento, engloba también dos exposiciones en la galería Arteko de Donostia y en Windsor Kulturgintza de Bilbao, en las que la artista saca a la luz algunos de los dibujos presentes en el libro, así como varias de sus esculturas.
Cuentos oscuros, que incluye un prólogo también de Bernardo Atxaga, con el que Salazar ha colaborado anteriormente, recoge trabajos inspirados en Kafka, Mary Shelley, Max Ernst y Oscar Wilde. La publicación-exposición se divide en dos partes. En sus Cuentos oscuros, se recogen los retratos más antiguos oscuros y herméticos y en el segundo apartado, bajo el título Otros cuentos, se incluyen las series Retrato de familia, La bata roja, En la ducha, Otras princesas y Bailarinas cósmicas.
En total, se han editado 1.400 ejemplares que se venderán a 45 euros, salvo 120 que son una edición de lujo que cuesta 100 euros porque incluyen un grabado de una de las bailarinas cósmicas de la creadora.
artista comprometida Dora Salazar ha confesado en varias ocasiones que, al principio, no sentía la vocación artística, pero "me dejé llevar por la vida, al igual que hago con mi obra". Salazar forma parte de una hornada de artistas surgidos de la Facultad de Bellas Artes de la UPV que han triunfado no solo en Euskadi, sino también en Europa. "Yo soy de la generación de Pello Irazu, que nos ha ido bastante bien. Creo que hoy en día los jóvenes lo tienen un poco más difícil", confiesa esta creadora.
A Dora Salazar se la conoce sobre todo por sus esculturas livianas con una gran potencia visual y por haber hecho de la feminidad un tema recurrente en su obra. "Al principio, me preocupaba que se identificaran mis creciones siempre con las mujeres, pero ahora ya no. Creo que hay que comprometerse con lo que se hace y hay que seguir peleando, porque todavía lo seguimos teniendo mucho peor que los hombres. A mí me gusta leer un libro en el que me identifico con los personajes, ¿por qué no voy a hacer yo arte sobre mujeres? Tenemos otras vivencias".
Salazar es una artista polivalente, dibuja, esculpe, ha realizado varios vídeos... Pero tiene poca pintura. "Lo que me gusta es construir. La pintura me resulta muy mental y yo soy más física".