gernika-lumo. En el parque de los Pueblos de Europa, acompañado de obras de Eduardo Chillida y de Henry Moore, junto al museo Foral, la casa de Juntas y el Árbol de Gernika. Desde ayer la obra de Apel.les Fenosa Monument Aux Martyrs D"Oradour se erige grandiosa y reivindicativa en Gernika-Lumo. "Creo que su viuda Nicole no hubiera encontrado un lugar mejor que este parque de la villa de la paz", sentenciaba la diputada de Cultura, Miren Josune Ariztondo.

La obra donada el pasado año por la viuda y heredera universal del escultor catalán -fallecido en 1988- con el "expreso deseo" de que se ubicara definitivamente en Gernika-Lumo fue concebida por el autor como "testimonio de la barbarie de la guerra" y ha sido trasladada desde París, donde se encontraba hasta el momento.

El monumento, realizado en bronce, fue recreado por el artista entre los años 1944 y 1945, recuerda los hechos acaecidos en Oradour-sur-Glane durante la segunda Guerra Mundial, en la que el 10 de junio de 1944 entró una compañía de las SS alemanas matando a todos los hombres y encerrando a las mujeres y a los niños en la iglesia local, que posteriormente quemaron provocando la muerte de todos.

El alcalde de El Vendrell y vicepresidente de la Fundación Fenosa, Benet Jané i Palau, señaló el "doloroso paralelismo entre Oradour y Gernika; dos tragedias que fueron plasmadas por dos artistas, que además fueron ante todo dos grandes amigos", indicó en referencia al propio Fenosa y a Pablo Picasso. El mandatario catalán trasladó a los asistentes al acto inaugural celebrado ayer "la emoción con la que Nicole Fenosa recibió la noticia de la aceptación por parte de la Diputación de la escultura y la enorme ilusión que le produce su instalación en Gernika" El Diputado General, José Luis Bilbao, agradeció el donativo y aplaudió el ejemplo de Fenosa, que "con su vida y su obra nos ayudan para seguir transmitiendo a las siguientes generaciones que quienes perdimos la guerra ganamos la paz".

grito de esperanza En su alocución en euskera, la diputada de Cultura interpretó el monumento que "recuerda la matanza y la barbarie, pero sobre todo nos habla de paz". Y así lo refrendó el director territorial de cultura de la Generalitat catalana, Jordi Agràs, que recordó que el artista utilizaba la escultura como representación de los aspectos más positivos de la condición humana. "A pesar de la tragedia que contiene, hay unas manos alzadas al cielo que son un grito de esperanza. Algo que no solo Fenosa en su momento sino que todos los que estamos aquí seguimos manteniendo", subrayó.

La escultura será una prolongación en Euskadi de la memoria de la destrucción del pueblo de Oradour, cuyas ruinas se dejaron tal y como estaban tras la guerra como testimonio de aquella barbarie.