BILBAO
plaza Circular de Bilbao. Seis de la tarde. Un cartel colocado improvisadamente en un muro muestra el rostro sonriente de Michael Jackson. Se cumple un año desde la muerte del rey del pop. Laura García toca la guitarra con calma. Lleva consigo cinco partituras del cantante, un sombrero y un guante blanco que más tarde moverá al ritmo de la música.
Son sólo quince personas, pero a lo largo de la tarde los transeúntes se unen a la conmemoración organizada, como tantas otras, a través de las redes sociales. El autor de la idea es Imanol Regaliza, de 29 años, que luce una camiseta con su ídolo y diez chapas que multiplican el rostro hasta hacerlo omnipresente.
Los carteles también se multiplican media hora más tarde. Y las velas, las flores y los gestos de tristeza. La mayor parte de los asistentes son adolescentes que escucharon los discos de Michael Jackson a través de los vinilos de sus padres. No es la primera vez que se reúnen. En Navidad hicieron una quedada porque querían reivindicar una figura, dicen, muy maltratada.
"Las críticas las recibes mal porque no te las crees. La gente ignora lo bueno del músico y se queda sólo con lo malo", dice Irantzu de Bengoetxea, de 15 años. "Fue un gran genio de la música, por eso es por lo que hay que recordarlo", comenta María Lezana, de la misma edad.
Mientras este pequeño grupo de fans recuerda al cantante, en Gary, en el estado norteamericano de Indiana, los seguidores del músico acampan ante la casa en la que creció. En el cementerio de Glendale, cerca de Los Ángeles, donde está enterrado el rey del pop, se imponen restricciones: las velas y los bailes están prohibidos.
"Creo que lo importante es hacer las cosas de corazón", opina Imanol Regaliza, que conoció a su mujer gracias a la afición en común por la música del cantante. "Este es un gesto de paz destinado a un hombre único, que traspasó barreras. Él ha muerto pero su leyenda sigue viva". Mientras conversa, el bilbaino lucha contra el viento, que se encarga de derribar los carteles con las carátulas de los discos una y otra vez. Ha llevado el material menos valioso. "Tengo una lonja llena de objetos relacionados con él. Una foto de cuando le vi a menos de cinco metros en Zaragoza en 1996 y muchísimos discos antiguos".
un videojuego para ser él Para fans y coleccionistas afines, la tarea continúa al ritmo del mercado. En Navidad, UbiSoft comercializará un videojuego basado en la memoria del cantante. El objetivo, poder transformarse en el ídolo durante unas horas, bailar imitando sus coreografías imposibles con ayuda de la cámara de Xbox y los mandos de PS3 y Wii. Cantar temas tan conocidos como Beat It y Billie Jean.
A Laura García no le hace falta ninguna pantalla. Se ha colocado el atuendo pertinente y baila delante de un grupo de fans y curiosos que aplauden cuando termina cada una de las actuaciones.
Los imitadores son muchos, pero se encuentran a kilómetros de distancia. En el Fan Fest Río, recinto desde donde se retransmiten todos los partidos del Mundial en una pantalla gigante en la playa de Copacabana de Río de Janeiro, miles de aficionados brasileños siguen el juego de la Canarinha, esperando un gol que finalmente no llega.
Entre los disfraces y todo tipo de artilugios con los que los brasileños animan a la Canarinha, destaca un impactante doble que rinde homenaje al rey del pop con la bandera de Brasil colgada a la espalda.
Y de nuevo, a pesar de las súplicas de los fans, resurge la polémica por la vida del artista y las circunstancias de su muerte. Ayer volvió a resonar el eco de la voz de Katherine, su madre, a través de diversos medios, cuando aseguró en el canal NBC en Nueva York que Jacko temía por su vida. "Me dijo un par de veces que tenía la impresión de que alguien quería quitarle de en medio, matarlo".
Los tres hijos del artista, Prince Michael, Paris y Blanket, vivieron el aniversario en Hawai, protegidos del revuelo que acompaña a la efeméride. En Bilbao, ayer, el revuelo fue mínimo. Un sencillo acto que pilló por sorpresa a muchísimas personas que se preguntaban, rumbo a sus quehaceres, si efectivamente se había cumplido ya un año de la muerte del cantante.
Para otros sería imposible olvidar una fecha así. "Hoy es un día triste porque estamos todos menos él", asegura Imanol Regaliza. "Uno de sus mayores logros fue unir a gente tan diferente, de todos los lugares. Su música sigue viva y muchos se han reencontrado con ella o la han conocido precisamente a raíz de su muerte".
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