tortosa. La catedral gótica de Tortosa se llenó ayer con los acordes de las guitarras eléctricas y los sonidos de la batería para la celebración de una misa rockera oficiada por el cura Joan Enric Reverté, conocido como el Padre Jony, y que fue la primera que se llevó a cabo en este templo. La misa se celebró para conmemorar el centenario de la constitución de la Corte de Honor de la Virgen de la Cinta, una agrupación femenina que se encarga del cuidado de la capilla y la figura de la Virgen de la Cinta, patrona de Tortosa.
Con esta celebración eucarística, alejada de los cánones tradicionales e inédita en esta catedral de las Tierras del Ebro, las responsables de la Corte de Honor perseguían atraer a los más jóvenes al templo y despertar su interés por la figura de la patrona de la ciudad y por la religión en general.
Al final, fueron centenares los adolescentes que se acercaron a la catedral para seguir esta misa junto a otras personas que quisieron ver en directo una celebración eucarística que no se había visto nunca antes en el templo tortosino.
El Padre Jony, que ha editado discos de rock con temáticas relacionadas con la religión y la promoción de los valores humanos, estuvo acompañado durante la misa por un grupo de músicos con guitarras eléctricas, batería, teclado y bajo.
Los músicos se situaron alrededor del altar mayor, mientras unos focos proyectaron luces de colores hacia las columnas del altar y el retablo medieval de la Virgen de la Estrella, que data de la mitad del siglo XIV. Junto al altar mayor, se situó una pantalla en la que se fueron proyectando durante la misa símbolos y vídeos para acompañar las canciones del cura rockero.
El Padre Jony inició la misa con un blues para, posteriormente, ir desgranando durante la liturgia versiones rockeras de conocidas canciones religiosas como, por ejemplo, Pescador de hombres.
También se pudo escuchar un Padre Nuestro cantado en versión rock o una canción de ofrenda a ritmo de rap. El repertorio se cerró con una versión, también rockera, del Himno a la Virgen de la Cinta, una de las piezas musicales más representativas de la ciudad de Tortosa. Las canciones levantaron numerosos aplausos e incluso algunos ligeros movimientos de baile en algunos de los asistentes a la peculiar misa.