No sé qué voy a tener que hacer para que me vuelvan a dar el premio de nuevo", bromea entre risas Unai Elorriaga, minutos después de conocer que el también vizcaino Kirmen Uribe ha obtenido el Premio Nacional de Narrativa por su primera novela, Bilbao-New York-Bilbao, escrita en euskera. Elorriga obtuvo en 2002 el mismo galardón por SPrako tranbia y antes que él, en 1989 Bernardo Atxaga por Obabakoak. Posteriormente, en 2003, Mariasun Landa también recibió el Nacional de Literatura, en la modalidad de Infantil y Juvenil para otra obra en euskera, Krokodiloa ohe azpian. "Me he llevado una gran alegría por Kirmen, tanto como escritor como por la gran persona que es. Se lo merece -explica Elorriaga-, como otros muchos escritores en euskera".
Y es que la sucesión de galardones a obras en lengua vasca no parece ser una casualidad en opinión de Unai Elorriaga, ahora inmerso en la promoción de su cuarta novela, Londres kartoizkoa da. "El nivel de la literatura en euskera es muy alto para los pocos euskaldunes que existen en el mundo, pero no sabría explicar por qué hemos recibido estos dos premios relativamente seguidos", explica el getxotarra, quien no obstante considera que el proceso de elección de los premiados es "absolutamente limpio". "He vivido desde dentro el Premio Nacional de Narrativa, he sido jurado y todo lo que puedo decir es que la docena de jurados discuten y hacen mil votaciones hasta que sale el ganador".
Otra explicación que ofrece a esta cadencia de premios es que hace unos años no llegaban a los premios la traducción al castellano para que los jueces valoraran las obras. "Mal y a destiempo", resume. "Quizá las editoriales han agilizado los mecanismos de las traducciones o quizá no sea tanta casualidad y hay en Euskadi un nivel de literatura más alto que en otros lugares". El Nacional de Narrativa, además del reconocimiento que proporciona, da un vuelco a la proyección del trabajo de los escritores cuya producción es minoritaria o acaba de empezar. Fue el caso de Elorriaga, que allá en 2002 debutaba en la literatura con SPrako tranbia. "Me dieron el premio por mi primera obra, que hice en la oscuridad total y sin saber a dónde iba a llegar". A Elorriaga el galardón le abrió las puertas de editoriales de Francia, Alemania, Serbia y otros países europeos, siempre atentas a las novedades. No es el caso de Kirmen, que ya tiene una trayectoria importante, sobre todo en poesía.
Ayuda a la creación en euskera
Labor de las administraciones
"Es bastante conocido", asevera, tanto entre la círculos intelectuales españoles como en otros lugares, caso de Estados Unidos, donde ha sido publicado e incluso premiado. "Su trayectoria le va a servir para saber lo que le viene encima y adminístralo mejor que yo", pronostica el escritor de Algorta.
El premio concedido a Uribe, explica en este punto Unai Elorriaga, también tiene que ser un revulsivo para que las administraciones vascas apoyen con mayor ahínco la producción literaria en lengua vasca. "Se tienen que dar cuenta de que existe un gran potencial pero que se deja un poco de lado a la literatura. Ahora todo el mundo se fija en el premio pero no es sólo el hecho puntual, hay que estar en el día a día, trabajando para que los libros en lengua vasca lleguen no sólo a España sino a todo Europa y Estados Unidos".