El concepto de 'intimidad' se ha difuminado hasta el punto de que si alguien no tiene redes sociales resulta extraño para su círculo de amigos. Todos hemos oído o pronunciado -según nuestra posición- preguntas como: ¿No tienes Instagram? ¿Ni siquiera WhatsApp? Lo cierto es que mostrar nuestro día a día se ha convertido en algo habitual para muchos e incluso en una profesión y fuente de ingresos para otros, los llamados 'influencers'

Más allá de ese 'exhibicionismo' fehaciente y elegido, preservar nuestra intimidad resulta hoy más difícil que nunca. Incluso para el común de los mortales. Y de eso precisamente habla la serie 'Intimidad', estrenada en Netflix hace unos meses con gran éxito. El peso de la interpretación recae principalmente en las actrices Itziar Ituño, Patricia López Arnaiz, Verónica Echegui, Emma Suárez, Ana Wagener y Yune Nogueiras. Y en un plano secundario aparecen los actores Marc Martínez, Daniel Barea Cabrera, Eduardo Lloveras y Miguel Garcés. Su argumento, escrito por Laura Sarmiento ('Matadero', 'La Zona') y Verónica Fernández ('Santo', 'Hache'), ahonda en el sufrimiento y las consecuencias que puede provocar la violación de nuestro campo personal a través de su difusión en las redes sociales, los medios de comunicación y los servicios de mensajería instantánea. Cómo difundir y compartir algo tan íntimo como una relación sexual, un momento con nuestra pareja o unas imágenes eróticas pueden convertirse en un arma para destruirnos a nivel profesional y sentimental. Un delito que por desgracia se ha extendido en los últimos años y cuyos casos más mediáticos han servido como argumento para escribir esta serie de Txintxua Films y Netflix.

Basada en historias reales

A lo largo de sus ocho capítulos, 'Intimidad' nos cuenta la historia de Malen Zubiri (Itziar Ituño), una política con un futuro prometedor en el Ayuntamiento de Bilbao que asiste al desmoronamiento de su carrera política tras la filtración a los medios de comunicación de un vídeo practicando sexo con un hombre grabado sin su consentimiento. 

Sin quererlo, se convertirá en protagonista de los telediarios y su vida privada pasará a formar parte de la conversación en los descansos del pleno del Consistorio, el coro en el que canta su marido y los pasillos del instituto de su hija. Así, Malen, se convertirá en víctima de una maniobra perpetrada por sus adversarios que le llevará a poner denuncia ante la policía y conocer los casos de otras mujeres que han pasado por esa traumática experiencia. 

Por otra parte conocemos la historia de Ana Uribe (Verónica Echegui), una mujer que trabaja en una fábrica y empieza a ser objeto de burlas por parte de sus compañeros de trabajo. Poco después descubre que han estado compartiendo un vídeo erótico protagonizado por ella que ha llegado a sus manos.

El Consistorio de Bilbao forma parte de los escenarios de la serie.

Sororidad

La trama está protagonizada por mujeres fuertes, luchadoras y que defienden sus derechos en un mundo dominado por hombres, ya que tanto la esfera política a la que pertenece Malen como la fábrica en la que trabaja Ana son mayoritariamente masculinas. Dos áreas en las que la sororidad entre mujeres es aún más importante si cabe. El apoyo y la comprensión social será un bastión por el que luchar juntas y en compañía también de los hombres.

Bilbao excelso

Una serie muy recomendable y no sólo por su trasfondo, sino también por su fotografía, que retrata la belleza de Bilbao en todo su esplendor. Podremos ver el interior del Ayuntamiento de la ciudad, pero también el puente Zubi Zuri o los Jardines de Albia, Azkuna Zentroa o el Parque Etxebarria y también la belleza de los pueblos de la costa vizcaína, la playa de Laga, las faldas del Anboto e incluso en la localidad de Vielle-Saint-Girons de las Landas o Ziburu y San Juan de Luz en Iparralde