En 2025, las Oriónidas tienen un periodo de actividad que se extiende aproximadamente desde principios de octubre hasta principios de noviembre. El máximo esperado se sitúa esta noche del 20 al 21 de octubre, coincidiendo con la fase de Luna nueva, lo que favorece la visibilidad al haber mínima interferencia luminosa.
Durante esta madrugada, en condiciones de cielo oscuro y despejado, se puede observar un promedio de entre 10 y 20 meteoros por hora aunque siempre dependiendo de la ubicación y condiciones ambientales. El mejor momento para observar es entre medianoche y el amanecer, cuando la constelación desde la cual parecen irradiar los meteoros está más alta en el cielo.
Cómo prepararte para observar las Oriónidas
Para aprovechar al máximo este espectáculo astronómico conviene seguir algunas recomendaciones. En primer lugar, elegir un lugar con mínima contaminación lumínica mejora notablemente la cantidad de meteoros visibles. Una vez ubicado, es preferible recostarse o utilizar una silla reclinable, de manera que se tenga una visión amplia del cielo en lugar de concentrarse en un solo punto. Es innecesario usar telescopios o prismáticos, ya que estos dispositivos limitan el campo de visión y los meteoros aparecen en todo el firmamento.
Debe permitirse que los ojos se adapten a la oscuridad (unos 15-20 minutos sin mirar fuentes de luz artificial aumentan la visibilidad) y llevar ropa de abrigo, ya que las madrugadas pueden refrescar bastante más de lo que cabría esperar.
Este año es especial
Este año destaca porque el pico de actividad coincide con Luna nueva, lo que implica cielos más oscuros y, por tanto, una mejor visibilidad de meteoros más débiles que en otras ocasiones podrían quedar ocultos por el brillo de la Luna. Además, aunque las Oriónidas no están entre las lluvias más intensas del año, su fiabilidad anual las convierte en una de las favoritas de los aficionados a la astronomía. Dependiendo de las condiciones, pueden observarse meteoros que dejan “trazas” brillantes o “colas” a su paso.
Origen del fenómeno
Las Oriónidas son una lluvia de estrellas fugaces que se genera cuando la Tierra atraviesa la estela de polvo y hielo dejada por el cometa Halley. Cuando estos fragmentos entran en la atmósfera terrestre lo hacen a gran velocidad y se queman, lo que produce los destellos que observamos como “estrellas fugaces”.
Aunque su nombre indica que parecen originarse en la constelación de Orión (de ahí “Oriónidas”), el lugar concreto de observación puede ser cualquier parte del cielo.