El centro tecnológico vasco Gaiker trabaja, en el marco de una investigación en materia de control alimentario, en el desarrollo de un modelo de detección preventiva de la salmonella, bacteria causante de la enfermedad gastrointestinal salmonelosis.

Según ha informado Gaiker una nota, el trabajo se desarrolla en el marco del proyecto SMARTFARM, financiado por el CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial) y cuyo objetivo es analizar los puntos críticos y el fortalecimiento de los sistemas de gestión integral de la calidad de las empresas alimentarias del sector cárnico y avícola.

Además de Gaiker, toman parte en el proyecto, de tres años de duración, el laboratorio Aralab, las empresas Frescos Delisano y Granja Agas S.A. y la entidad Adigest-Incotec.

El centro vasco ha explicado que uno de los aspectos más significativos que afronta la salud pública es "la monitorización de la calidad en la industria alimentaria".

Según ha argumentado, cada etapa de la producción y el transporte alimentario favorece la pérdida de calidad de los alimentos y la posibilidad de transmisión de enfermedades provocadas por errores durante la manipulación, procesado, empaquetado o distribución.

La investigación iniciada tiene como objetivo procurar garantías adicionales en materia de control alimentario y, con dicho fin, los investigadores desarrollarán inicialmente un modelo de detección preventiva de la salmonella, bacteria causante de la segunda enfermedad gastrointestinal transmitida por alimentos a nivel mundial, la salmonelosis.

Este nuevo modelo de detección, que realizará Gaiker como centro experto en sistemas de detección basados en mecanismos biológicos de reconocimiento, se podrá ampliar posteriormente "a otros microrganismos patógenos e indicadores de interés para conseguir así un control integral a medio plazo", ha explicado.

Se trata de un modelo de detección genética basado en una extracción magnética del ADN y la amplificación a temperatura constante mediante "tecnología LAMP" de un marcador genético seleccionado que indicará la presencia del patógeno.

Según Gaiker, es un sistema fácil de implantar por parte de las empresas, a las que permitirá un mejor autocontrol de sus procesos productivos mediante un modelo del que se obtienen resultados rápidamente.

Según los investigadores, el nuevo modelo permitirá mejorar la competitividad de la industria agroalimentaria "ya que se evitarán alarmas alimentarias y reclamaciones que puedan suponer pérdidas de ventas y de empleo directo".