La etapa de la Vuelta 2025 que discurrirá por las carreteras vizcainas el próximo 3 de septiembre despegará y aterrizará en Bilbao. Concretamente, la jornada comenzará a las 13.30 horas en los aledaños de San Mamés y la meta se colocará a lo largo de Gran Vía, donde está previsto que el pelotón llegue a partir de las 17.20 horas. Es decir, la organización repite los puntos de salida y de llegada que tan bien funcionaron en la edición de 2022, la última vez que esta competición arribó a Bizkaia.

En medio de ello, 157,4 kilómetros de media montaña que pasarán por municipios como Mungia, Bermeo, Muxika o Galdakao y que incluirá siete puertos: el Alto de Laukiz, Sollube, el Balcón de Bizkaia, Morga, el Vivero en dos ocasiones y, para finalizar, un Pike Bidea que se colocará justo antes de la meta. “Desde el punto de vista técnico y táctico es la etapa más perfecta de la edición. No es excesivamente larga así que invita a la intensidad, va a ser muy difícil de controlar y, desde luego, va a dar espectáculo de principio a fin”, dijo Javier Guillén, director general de la Vuelta.

Perfil de la etapa de La Vuelta en Bilbao

Esta undécima etapa de la Vuelta supondrá el regreso de la ronda española a tierras vizcainas tres años después. Y es que en agosto de 2022 el botxo ya acogió la finalización de una jornada en la que Marc Soler se hizo grande en la Gran Vía bilbaina después de una escapada larguísima y de infarto

Y, un día después, la explanada de San Mamés dejó el fútbol a un lado por un día para convertirse en el escenario de la nueva etapa. “Volvemos a apostar por un evento ciclista. La Vuelta ha salido en 34 ocasiones de Bilbao, pero esta ocasión es especial porque se vivirán una salida y una meta en nuestra ciudad en la misma etapa, algo que no ocurría desde el 63”, recordó Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao.

Con el recuerdo del Tour

Hay que recordar también que todo esto ocurrió precisamente un año antes del gran acontecimiento ciclista de Bilbao, Bizkaia y Euskadi entera. Porque en julio de 2023 aterrizó el Tour de Francia con su Grand Départ. El descorche de la ronda gala, que reúne a la crème de la crème del pelotón internacional, encumbró a un Adam Yates que se puso el primer amarillo de la edición; pero también elevó a los altares a la espectacular afición vasca. 

255

En imágenes: el Tour de Francia en Bizkaia Borja Guerrero/ Oskar González/ Pankra Nieto/ J. M. Martínez

“El Tour fue un puerto, uno especial, un Tourmalet. Una oportunidad que tuvo Bizkaia y que hay que seguir aprovechando porque no tenemos que perder esta rueda y seguir apostando por organizar eventos de talla mundial. Ahora regresa la Vuelta con aroma a Tour, con el recuerdo de esa Grand Départ y de lo grande que fue ese día para nosotros. Ahora vamos a poder disfrutar de nuevo del mejor ciclismo”, reconoció Elixabete Etxanobe, diputada general de Bizkaia.

Con las cunetas a reventar, en la durísima Pike Bidea, el muro de los elegidos, Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar se picaron por primera vez en ese Tour bajo la atenta mirada de miles de devotos entregados a la causa. Y ahora esa misma subida, con pendientes de hasta el 9%, volverá a hacer las delicias de los seguidores en la Vuelta 2025. 

“Vingegaard ya ha dicho que tiene la Vuelta apuntada y que Pogacar aún no haya dicho que la descarta es buena noticia. También esperamos la pronta recuperación de Mikel Landa y sabemos que Movistar va a venir con un extraordinario equipo”, anunció Guillén.

Homenaje a Jesús Loroño

El paso de la Vuelta por Bilbao servirá de excusa para honrar la figura de Jesús Loroño en el centenario de su nacimiento. Por ello, la undécima etapa de esta edición incorpora en su recorrido la subida al alto de Sollube y, entre los 27 municipios vizcainos por los que pasará, se encuentra Larrabetzu, lugar de nacimiento de Loroño. 

Te puede interesar:

El mítico ciclista vizcaino, que falleció en agosto de 98 a los 72 años de edad, fue profesional de la bicicleta durante 18 maravillosas temporadas en las que consiguió grandes hitos para el deporte vasco. Su gran campaña fue, sin duda, la del 57, cuando a través de una televisión que aún se resistía al color, los aficionados pudieron ver cómo se proclamaba ganador absoluto de la Vuelta, justo en una edición que comenzó y finalizó precisamente en Bilbao. 

Pero es que mes y medio después de ello, Loroño mantuvo su estado de forma para acabar quinto en el Tour. De hecho, la Grande Boucle siempre fue una de sus competiciones fetiche y pudo conseguir su maillot de la montaña en 1953, año en el que también se llevó la etapa reina de la prueba gala.