Bilbao, concentrada en San Mamés como en los días de partido del Athletic, ha despedido este mediodía a la Vuelta. La capital vizcaina se queda a la espera del Tour, cuya Grand Départ acogerá Bilbao el 1 de julio de 2023. Después, la carrera francesa conectará Vitoria-Gasteiz con Donostia para cerrar el periplo de la Grande Boucle entre Amorebieta y Baiona. En los aledaños de San Mamés entre Pichici y Telmo Zarra, las calles que circunnavegan el campo, se apostaron los equipos con sus ciclistas, jaleados por los miles de aficionados que han abrazado la despedida de la Vuelta.

Christian Prudhomme, director del Tour, y Javier Guillén, su homólogo en la Vuelta, y Jon Uriarte, presidente del Athletic, han acompañado al alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, todo ellos ataviados con el pañuelo de fiestas de Bilbao, en el protocolario corte de cinta que ha dado comienzo a la sexta jornada de la Vuelta con final en Pico Jano.

Entusiasmo por la salida de La Vuelta desde San Mamés

Entusiasmo por la salida de La Vuelta desde San Mamés Juan Lazkano

Antes, en la presentación de lo corredores, los aplausos se confundían con las imágenes del videomarcador gigante que preside la fachada de San Mamés. Asomaban goles y recordatorios entre la aparición de Mikel Landa, Primoz Roglic, Richard Carapaz, Enric Mas, Julian Alaphilippe o Remco Evenepoel. Las ovaciones se han sucedido dependiendo en un mediodía donde el naranja del Euskaltel-Euskadi recibió el cariño de la afición. El Tour fue testigo del amor al ciclismo de esta tierra, que cuenta los días para la Grand Départ de 2023 mientras despide con honores a la Vuelta.