bilbao - Con el Tour de Francia copando las televisiones y atrayendo todas las miradas de los amantes de las bicicletas, la Copa del Mundo de paraciclismo llega a Euskadi el viernes. Contraprogramar a la ronda gala puede parecer una apuesta arriesgada pero Txema Alonso, presidente de Saiatu, la fundación organizadora del evento, está seguro de que la afición responderá a la llamada porque “los mejores ciclistas y el mejor espectáculo” estarán en las carreteras de Gasteiz (día 15), Elorrio (16) y Mungia y Bilbao (17).
¿Qué supone para Euskadi ser la sede de la Copa del Mundo de paraciclismo?
-Es una satisfacción poder albergar una prueba de este tipo. Cuando la UCI determinó que la organizaríamos entendía que tenemos una alta capacidad técnica y una reconocida tradición en la organización de eventos de este tipo. En ese sentido, la UCI quiso premiar el trabajo que Saiatu viene organizando desde hace 20 años con la Bizkaiko Bira, la prueba más veterana del calendario internacional.
¿Con qué objetivos afronta esa cita?
-Lo interesante de organizar la Copa del Mundo es poder trasladar a todos los aficionados del ciclismo convencional al ciclismo adaptado. Este año el mejor ciclismo se verá a este lado de los Pirineos porque los mejores ciclistas y el mejor espectáculo van a estar en nuestras carreteras. Vamos a tener el mejor ciclismo en la puerta de casa porque es la carrera del año en Euskadi.
¿Por qué escogieron a Gasteiz, Mungia, Elorrio y Bilbao como sedes?
-Es la primera vez que una Copa del Mundo se disputa en más de un lugar. Siempre se realiza en una ciudad, pero nosotros queríamos llevar esta competición a diferentes sitios de la geografía vasca. Queríamos que la capital, Gasteiz, tuviera la posibilidad de albergar una prueba de esta categoría. Por supuesto, Bilbao tenía que aparecer. Y luego queríamos premiar a Mungia y Elorrio por ser los escenarios clásicos en las últimas ediciones de la Bira.
Así que son pioneros.
-Sí. El objetivo es diseminar el ciclismo adaptado, que la población vasca conozca a estos grandes deportistas. Que pueda ver en directo una prueba de tan alto nivel. Y esto conlleva problemas técnicos y de movilidad. Por eso, no hay nadie que se haya planteado algo como esto, pero vamos a superar estos problemas porque estamos convencidos de que el seguidor vasco, primero por curiosidad y luego por reconocimiento, se va a acercar a ver las pruebas.
¿Espera mucha afición?
-Sí. Este país va a dar una lección de inclusividad y de saber de ciclismo y se va a acercar a aplaudir y reconocer la calidad de nuestros corredores.
Acuden los mejores de los mejores. 311 ciclistas y, de ellos, diez vascos, ¿van a dar la talla?
-Estoy seguro de que sí. Primero porque los chavales lo van a hacer por encima de sus posibilidades porque saben que esta es una oportunidad histórica para que su trabajo sea reconocido. Y, segundo, porque en el ciclismo adaptado hay vencedores pero nunca hay derrotados porque todos han derrotado a la discapacidad hace tiempo. El hecho de subirse a una bicicleta o triciclo ya supone haber superado muchas cosas. Haber llegado a una meta personal, haber derrumbado barreras psicológicas, prejuicios y problemas funcionales. Así que el hecho de competir los hace a todos ganadores.
¿Cuesta superar esas barreras de la discapacidad?
-Imagínate. Vienen 311 personas que van a competir y todas tienen una historia de vida alucinante. Todas tienen historias de superación que difícilmente se pueden ver en otros lugares. Porque la pregunta no es cómo un chico sin brazo o sin pierna puede volar sobre una bicicleta. La pregunta es por qué, porque todos tienen sus razones para hacerlo.
Esta Copa del Mundo se disputa, además, a 45 días de los Juegos Paralímpicos. ¿Provocará que la gente venga más enchufada?
-Claro. Va a haber muchos seleccionadores que van a venir a Bilbao para después dar la lista definitiva de su delegación para Río. Y todos quieren llamar la atención para ir. Además, hay otros que ya tienen la plaza asegurada por lo que usarán esta competición para medir su estado de forma y apurar segundos respecto a sus rivales.
Y en cuanto al recorrido, ¿cómo lo definiría?
-Comienza con una etapa contrarreloj en Gasteiz, de trayecto plano, que va a permitir a los ciclistas desarrollar todo su potencial porque vamos a ver velocidades tremendas. Se va a demostrar quién tiene los riñones afilados para tener la bicicleta a las mayores velocidades. La cita de Elorrio es muy selectiva para los hand bike y los triciclos, con un perfil duro y repechos importantes, por lo que probablemente allí ganarán los que sepan sufrir. En Mungia habrá un circuito más técnico y con pequeñas tachuelas, así que se verá el buen hacer de los ciclistas. Y, para acabar, los relevos por equipos volarán sobre la Gran Vía de Bilbao.