“En Aste Nagusia dábamos de comer a entre 150 y 160 personas”, explica con cierta nostalgia Alfredo Thate, al frente del restaurante alemán Ein Prosit, toda una institución dentro de la hostelería de Bilbao.

Lo menciona antes de evidenciar que aún tendrán que sufrir las consecuencias de carecer de terraza, además del resto de inconvenientes aparejados a la obra del parking del Ensanche, durante otras dos ediciones. “Hemos tenido que abrir otro local en Pozas para compensar las pérdidas”, reconoce el hostelero, quien cifra esa reducción de ingresos en un 40 o 50% menos de lo habitual.

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Los hermanos Thate inauguran Bierstube by Thate en Licenciado Poza José Mari Martínez

Único bar del Ensanche

Con todo, apela a la supervivencia, “sea como sea”, porque tienen que pagar los salarios de seis trabajadores. “Y los gastos son los mismos. El fin de semana se mantiene, pero entre semana ha bajado un montón, sobre todo el tema de barra”, añade Thate, quien apunta que al ser el único bar de la calle –solo hay una cafetería en la que ofrecen cafés y desayunos–, los clientes que entran por la puerta acuden con toda la intención.

“Casi el 70% de los que siguen viniendo son fieles. Son 26 años los que llevamos aquí y, al final, se nota”, asegura al respecto. Por eso mismo, espera que el verano y el buen tiempo, ahora que no tienen una terraza que ofrecer, no les haga demasiado daño.