Un mapache se cuela en una licorería, se emborracha de whisky y lo encuentran desmayado

Los mapaches son simpáticos. O al menos eso es lo que transmiten estos mamíferos originarios de América y que se han extendido como especie exótica invasora por Europa. En España está prohibido tenerlos como mascotas, pero eso no impide disfrutar de los divertidos vídeos que generas.

Hace no mucho tiempo se hizo viral un mapache que esperaba pacientemente un pedido en un restaurante de comida rápida; y más recientemente otro que fumaba una pipa dentro de un coche al que paró la Policía. Parece que estos animales son bastante inteligentes y que interactúan sin problemas en los entornos humanos.

Pero en los últimos días un mapache ha ido todavía más allá y lo que ha hecho a escondidas se ha conocido en todo el mundo. Sucedió en la madrugada del pasado sábado en la localidad de Ashland, en Virginia (Estados Unidos). El animal accedió al interior de una licorería, que a esas horas se encontraba lógicamente cerrada, por una de las placas del techo, y se ve que la caída hasta el suelo lo alteró un poco.

Porque a partir de ese momento se dedicó a destrozar todo lo que tuvo a su alcance, rompiendo numerosas botellas de los estantes inferiores (intentó subir a los superiores, pero volvió a caerse y desistió) y dejando el suelo lleno de cristales, alcohol derramado y numerosos envases, muchos de ellos por suerte intactos.

Se emborracha con whisky

Pero no se conformó con romper cosas. Al parecer decidió probar una bebida y eligió el whisky. Entre su pequeño tamaño y su falta de costumbre (se supone) ingiriendo alcohol, al mapache se le subió a la cabeza la gran cantidad que bebió, se emborrachó y terminó desmayándose en el baño, en una imagen que ha dado la vuelta al mundo.

Porque así es como un trabajador de la licorería lo encontró la mañana siguiente (tumbado boca abajo) y llamó a la oficina de protección de animales, que acudió a recoger al mapache para llevárselo al refugio. Tras unas horas de sueño, la Protección y Refugio de Animales del Condado de Hanover confirmó que el animal no tenía ninguna herida o lesión, más allá de la posible resaca que le hubiera dejado el whisky, y procedió a devolverlo a la naturaleza con la esperanza de que haya aprendido la lección y no se adentre de nuevo en hábitats que no le corresponden. Y, por supuesto, que no vuelva a probar el alcohol.