La proliferación de ventas de pisos por internet, con publicaciones especializadas para ello, permite que los interesados en adquirir un inmueble puedan ver, si el vendedor quiere, hasta el último rincón con detalle, ya que se pueden incluir decenas de fotografías, vídeos e incluso paseos virtuales en tres dimensiones para hacerse más a la idea de cómo es la vivienda antes de acudir en persona a verla o decidirse a comprarla.
Además esos anuncios están al alcance de cualquiera, con lo que es habitual que en diferentes redes sociales se compartan las estancias más raras, la decoración más estrafalaria o los objetos más inusuales que aparecen en esas fotografías y que los vendedores muestran a veces como argumento de venta y otras tratan de ocultar.
En la red social X (antes conocida como Twitter) se ha hecho muy popular en los últimos días el anuncio de un ático en el barrio de Benicalap, al noroeste de la ciudad de Valencia, que aparece en el portal inmobiliario Idealista. Un atractivo inmueble de 168 metros cuadrados dividido en dos plantas con un espacioso salón, cocina tres habitaciones y tres baños, con buenas vistas de la capital levantina y con una amplia terraza con espacio para comer y para el ocio.
Pero lo que no ha llamado la atención no es el piso en sí, sino cómo han decorado uno de los tres baños completos. Ya que la vivienda se encuentra en Valencia han decidido amueblarlo con uno de los utensilios más propios de su comunidad autónoma: la paellera. Y puestos a utilizarla han colocado dos en vez de una: la primera, grande y plana, con sus dos asas a los lados, sirve de marco (con luces led por detrás) para albergar en su interior el espejo que se encuentra encima del lavabo; y la segunda, de menos diámetro y más profunda ejerce del propio lavabo, agujerada en el centro para instalar un tapón y con el imprescindible grifo a un lado.
“Por favor el baño-paella que me he encontrado en Idealista”, escribe en X el usuario @victortellinis, acompañando el texto con la foto del baño. “Paso del alquiler, solo quiero conocer al máster de las manualidades que ha ejecutado semejante horterada”, responde una tuitera. “Me has creado una nueva necesidad, ahora tengo que mudarme allí”, dice otro. “Bua, la de bromas que puedes hacer cuando tu hijo adolescente con acné severo se mire al espejo”, reflexiona uno más.
