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El callejón de las botxerías

El Bilbao que siempre está en danza

Euskalduna se llena de amantes de la danza con motivo de la cuarta edición de Bilbao es Ballet, evento patrocinado por DEIA

Bilbao es Ballet en el Palacio EuskaldunaJose Mari Martínez

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Casi a la misma hora que el autobús del Espanyol pasaba frente al palacio Euskalduna rumbo a San Mamés, el director de orquesta bielorruso Murad Assouil, muy elegante, entraba al palacio de la música, ramo de flores en mano, acompañado por la arquitecta paisajista rusa, Victoria Donskikh, y el ingeniero de la misma nacionalidad, Pavel Lavkoev.

Se trata de una escena inimaginable en el Bilbao pre-Guggenheim. Y no por el Espanyol, que habrá visitado San Mamés, con sus altibajos, desde hace un siglo. Inimaginable por lo internacional del trío y por sus perfiles y objetivo: el músico entregaría las flores rojas a Teresa González Ardanaz, motor y conductora de Bilbao es Ballet.

“Esta es la cuarta edición de la gala y premio Bilbao es Ballet”, nos explicó González Ardanaz antes de recibir el ramo. “Todo comenzó justo en la pandemia, en 2020, que organizamos un exposición de fotografía de gran formato en la calle Ercilla de Bilbao”, añadió.

Así nació un proyecto que patrocina DEIA y que quiere generar un movimiento que consiga visibilizar el ballet. El objetivo es poner Bilbao en danza.

Talento local

Ayer mismo, en el Euskalduna, Bilbao es Ballet reunió destacadas trayectorias dancísticas locales que triunfan fuera y que pudieron ser disfrutadas en casa. Se trataba de Marta Rueda, del Ballet de Lyon, quien bailó con Daniele Silingardi, o Aiara Iturrioz, del Stuttgart Ballet alemán, quien hizo pareja con Roylan Ramos.

El acto sirvió también para reconocer la trayectoria de la getxoztarra Verónica Villar como bailarina y directora artística

La directora subrayó también la importancia de premiar el talento local. Durante el acto, el concejal de Cultura del ayuntamiento de Bilbao, Gonzalo Olabarria, entregó un reconocimiento a la bailarina Verónica Villar (Getxo, 1971), que alcanzó el estatus de solista del Ballet de Euskadi a los 18 años antes de pasar al Hessisches Staatstheater Wiesbaden. Actualmente forma parte del equipo artístico del Landestheater Eisenach y del Meininger Staatstheater.

Quieren seguir sus pasos, los de danza y los profesionales, quienes bailaron en la gala. Por ejemplo Eva Fernández López, Celia de la Peña -premiada en el concurso Dantzatu Bilbao-, Mikel del Valle, Andoni Larrabeiti, o Irina Garitaonaindia, becada por la Diputación Foral de Bizkaia.

“Nos reunimos en Navidad para celebrar nuestro arte”, manifestó Teresa González Ardanaz.

Por eso se encontraban en el Palacio Euskalduna profesoras de danza como Pilar Agirregomezkorta, María Villar, Miryam Villanueva, Amparo Alameda, Sara Etxebarri y Belín Cabrillo. O la directora del Conservatorio de Gasteiz, Ainhoa Arenaza. Y Amaia Solar, propietaria de la tienda Danzarte de Deusto.

Lo mismo cabe decir de jóvenes bailarinas como Evelin Martínez, Irati Ceanuri, June Herce, Alba Lima o Maren Sáiz.

Además de la parlamentaria Lorea Bilbao, se acercaron Iñigo Bilbao, Marbella García, Belén y María Ángeles Santamaría, Jesús González, Paco García, María Alunda, Beatriz García, Ángel Muro, Mekiya y Jorge Pérez, Héctor Colodrón, Nieves González, Elena Gómez, Ainara Pedrazo, Eva Jiménez, Nagore Ledesma, Estitxu Pargo o Ainara Carbajo.

Txomin Iturrioz, fan de cisnes y leones, acudió a la gala con la bufanda del Athletic al cuello y en compañía de sus hijas Izeia y Laida.

Asistieron, entre otras muchas personas, Xabier y Sare Sorondo, Sergio y Aitana Jurado, Laura Pérez de Eulate, Paula Ayarza, Angie Velásquez o Naroa Andruejo.

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Hay un Bilbao que vive de puntillas. Que calienta y que estira. Listo para un esfuerzo de potencia y elasticidad realizado con una sonrisa. Un duro ejercicio que se ensaya y es arte. Siempre en danza. Un Bilbao que se reúne en días como ayer