HACÍA día de playa ayer. Pero, a las diez de la mañana, el aparcamiento de la macrotienda Ibarcenter, en plena zona comercial de la carretera de Ugaldebieta, concentraba un buen puñado de personal expectante. Familias sobre todo.
Los propietarios, con sus trajes azules ajustados, entraban y salían del enorme local pasando entre la media docena de jóvenes azafatas vestidas de riguroso rojo que componían una sonriente guardia a ambos lados del acceso.
Un minuto después de las diez, la influencer y creadora de contenidos, María Gaztelu, se encaramó al estaribel micrófono en mano. “Ha llegado uno de los días más esperados en Sestao. Hoy se inaugura Ibarcenter, con 5.500 metros cuadrados en los que se pueden encontrar objetos decorativos, material escolar, accesorios para mascotas, ropa, artículos de regalo...”, expuso. “Además, como hoy es ocho del mes ocho, seguro que nos acompañará la suerte”, remató Gaztelu.
Tomó la palabra a continuación Josune Serapio, primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sestao, quien manifestó la alegría de la corporación porque “el municipio cuenta con un comercio más” a lo que añadió el agradecimiento a los promotores por la iniciativa. Tras una cuenta atrás que arrancó en el número cinco, Serapio cortó la cinta roja que sostenían Zi-Tan Yun, Tian Ing, Ping Wei, Lixin y Xu Quiang. En ese momento, voló el feliz tapón de una botella de cava. Y fueron disparados más de una decena de tubos de cartón que lanzaron al aire su munición de brillantes papelitos dorados y plateados. Hubo salva de aplausos y paseantes boquiabiertos. Las azafatas se hicieron a un lado, la concurrencia pasó a Ibarcenter y se dispersó lentamente por entre los estantes como una caravana de hormigas que se aventura en un azucarero.
Se podría pensar que la clientela inaugural, que aprovechó el lunch de bienvenida, procedería en su totalidad de Sestao por pura cuestión de proximidad. Pero no.
La familia Del Campo, por ejemplo, se acercó desde Bilbao. Tres generaciones, nada menos, formadas por Roberto, Unai, Garikoitz, Erik y Naia del Campo, además de Luci López y Desiré García, quien valoró el local como “increíble; esta no es una tienda cualquiera”. Por cierto, acudieron porque Unai había “leído la noticia en el periódico DEIA”.
Noor Teguig, residente en Cruces, ojeaba los productos del hogar de una macrotienda que definió como “maravillosa”. Gladys Fily y su marido, Felipe Santos, de Rekalde, llevaban a su pequeño en una mano y un carrito en la otra. “Acabamos de entrar, pero creo que llamaré a mi hermana por teléfono para venir todos juntos un día de estos”, adelantó Felipe. Desde Sopuerta se animaron Maialen Llaguno, Ernesto Fernández, y Jon Aretxabala, que se habían hecho con un cepillo de púas de metal y otras herramientas, además de palitos de incienso y “un humidificador para ama”.
Entre los asistentes se contaban proveedores de la enorme tienda, como José Antonio Abarrategui, Iñaki Llano, Pablo Momoitio, Ramón Goitia o Imanol Achaerandio, además de Mónica Rincón, a quien acompañaba su aita, Antonio.
Xu Quiang, responsable del establecimiento y miembro de la familia que gestiona la macrotienda Litxu de Barakaldo, explicó que “vimos la oportunidad de esta zona en 2019 y nos pusimos a trabajar, aunque la pandemia lo paró todo; recuperamos la iniciativa en marzo de este año y hoy, por fin, inauguramos”. Xu, que lleva en Bizkaia 25 de sus 34 años de vida, detalló “que la zona estaba un poco deprimida, pero ahora existen otros comercios y estoy seguro de que podremos generar un buen flujo de clientes que disfrutarán de espacios como este”.
Las relaciones públicas y el protocolo del acto corrieron a cargo de Edriani y Edrimer Briceño.
