I usted busca una noche de drama y sorpresa, pruebe a ir al teatro. Permítanme que les recuerde que el término proviene del griego theatron, que indica un "lugar para mostrarse, exhibirse". De tantos cuantos han hablado de las artes escénicas hago mía la expresión de Federico García Lorca cuando dijo que el teatro es poesía que se sale del libro para hacerse humana, una expresión tan bella como trepidante. No sé si han sido ideas semejantes a estas u otras las que le han movido por dentro pero lo cierto es que el cocinero Yoseba Egaña ha tenido la visión de crear los Premios Urregin (es el nombre de su restaurante abovedado de la calle Nueva, entre la elegancia y una entrañable casa de comidas...) que reconocen la labor en las artes escénicas de actores, actrices, compañías teatrales y festivales. Es la suya una mano en el hombro del teatro vasco, un ¡aurrera! lanzado a gritos tras un año y medio muy complicado en el universo cultural a consecuencia de la pandemia, Con él busca poner en valor a los creadores y creadoras de teatro del País Vasco. Ayer dio los primeros pasos.

En una ceremonia íntima cuyas riendas llevó Verónica Bretes y que se abrochó con una cena entre amigos se celebró el encuentro. En la callejuela donde se dieron cita los protagonistas de la noche se hablaba aún de la gran actuación de Asier Etxeandia en los Premios Max del pasado lunes, mientras Calixto Bieito recibía los parabienes dignos de la gala que diseñó para esa cita (en pettit comite le agradeció a Jon Rozadilla su gran trabajo en las entrecajas de ese día...) escénica. También se hablaba de lo fascinante del teatro, de su carácter tan accidental, tanto como la vida. Se hablaba de la reducción de condena del LABI que ya rompe cadenas y de la buena mano de Yoseba, con tanta sensibilidad en los fogones como en su corazón de mecenas.

Se hizo público que en esta primera edición el jurado ha estado compuesto por el dramaturgo David Barbero; el director de la revista La Ría del Ocio, Arturo Trueba; la periodista de DEIA Sandra Atutxa, la periodista y experta en comunicación teatral María Díaz, la coreógrafa Maitane Zalduegi y el presidente de Unicef en el País Vasco, Isidro Elezgarai. Y que todos ellos han puesto sus cinco sentidos en una elección redonda. Así, Verónica, como les dije, fue anunciando el veredicto en uan noche presidida por la autoridad, que para la ocasión estaba compuesta por el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto; el edil Xabier Ochandiano y la diputada de Cultura, Lorea Bilbao.

Entremos en harina. El premio al mejor actor fue para Mikel Losada por su papel en El viaje a ninguna parte; el galardón a la mejor actriz fue para Gurutze Beitia, por su papel en la comedia El dilema del jamón; la distinción al mejor montaje fue, también, para El Viaje a ninguna parte, producción del Teatro Arriaga, representado en la noche por José Ignacio Malaina, el propio Calixto Bieito, Andoni Olivares, Naikari Aretxederra y el ya citado Jon Rozadilla; el premio a la produción fue para La Fundición por más de 25 años de apoyo a la danza y la creación del Festival Dantzaldia (Luke Tagua, Marian Etxebarria y Laura Etxebarria al aparato...) y el premio a la trayectoria se posó sobre Itziar Lazkano, actriz curtida de reconocido recorrido que ha realizado decenas de espectáculos teatrales recorriendo con ellos el ancho mundo. A la cita con todos ellos se sumaron el actor Felipe Loza, la actriz Olatz Ganboa, a un paso de ser madre; Idoia Beitia, Jorge Usón o Tomás Sánchez, que saludó a los presentes de paso. Todos ellos sabían cuánta verdad lleva aquello que nos dijo Athur Miller: "El asunto principal de una obra de teatro es despertar las pasiones de su audiencia para que por la vía de la pasión puedan abrirse nuevas relaciones entre un hombre y los hombres, y entre los hombres y el hombre".

La I edición de los Premios Urregin reconoce la labor de actores, actrices, compañías teatrales y festivales

Premiados Gurutze Beitia, Manuel Losada, Itziar Lazkano, La Fundición y 'El Viaje a ninguna parte', producción del Arriaga