I uno cuenta que Al desnudo es un espectáculo de danza contemporánea realizada a puro huevo, sin trampa ni cartón alguno, muy físico y explícito, un baile que fluye y cuenta lo que quiere con un par, se mueve en el alambre de la insinuación. Su aparición ayer en el Teatro Arriaga de la mano de la donostiarra Iratxe Ansa, que tiene que bailar su propia creación porque su compañía, Metamorphosis Danza, que fundó junto al también director, bailarín y coreógrafo italiano Igor Bacovich, está compuesta en su totalidad por bailarines de fuera de España, fue todo un asombro. Y muy celebrada por la gente que ama la danza contemporánea en estado puro, "algo poco habitual en los teatros de hoy en día", según aseguraba, bajo el sirimiri, Aitor Zabala, hombre perito en el género.

Cuerpo con cuerpo, Iratxe e Igor emprenden un non stop dándolo todo durante casi una hora que deja al patio de butacas sin aliento. En torno a 250 personas se acercaron ayer a vivir esa sensación de entrega absoluta, de vaciarse, de darlo todo hasta quedarse uno con el alma desnuda. En los primeros diez minutos de Al desnudo, Becovich y ella hacen, con música de Philip Glass, un dúo de aire formal y clásico y en los siguientes 45 minutos, sobre una creación sonora de Johan Wieslander, muestran cómo crean su material coreográfico, una especie de laboratorio al estilo de lo que hacen en su Metamorphosis Method, su voz propia en la danza. Y tiene mucho que decir.

No por nada, Iratxe Ansa es una de las bailarinas vascas de más relieve internacional. Recientemente ha sido galardonada con el Premio Nacional de Danza 2020 en la categoría de interpretación. Durante más de veinte años se ha forjado en algunas de las compañías de danza contemporánea más aplaudidas y admiradas del mundo, como el Nederlands Dance Theatre, el Basel Ballet o la Compañía Nacional de Danza, bajo la dirección de Nacho Duato. Hoy ya vuela por su cuenta. Y es ave poderosa.

Recuerdo haberlo escuchado en alguna ocasión. "37 segundos, respiramos, bailamos, nos regeneramos, el corazón nos late, la mente crea, el alma absorbe, 37 segundos bien utilizados es toda una vida". No soy capaz de precisar quién lo dijo pero dio en el corazón de la diana. El trabajo de Ansa y Bacovich, siempre exigente y extremadamente físico y virtuoso, se cristaliza como nunca en esta singular creación, agigantada por la maestría del artesano de la luz, Danilo Moroni, tan protagonista de la obra como los propios intérpretes.

Contado todo lo visto y sentido, diremos que fueron testigos de lo ocurrido la dtiputada de Cultura. Lorea Bilbao; el delegado del Gobierno, Denis Itxaso, Koldo Narbaiza, Laura Etxeberria, voz danzante de La Fundición; Iker Tolosa, emisario del Teatro de Rentería, Juan Acedo, Claudia Morgana, activista de las Artes Escénicas;Sonia Tirau, Begoña de la Fuente, Gotzone Iturriaga, quien aún evocaba sus días de danza de la juventud; Esseu Navas, Iratxe Bilbao, Iñigo Rementeria, Leire Sanjurjo, María Ruiz González, Itziar Santamaría, Alberto Etxebarrieta, Carlos del Morán, Esmeralda Herlo, Yolanda G., Karmele Pérez, Maialen Lozano, Beatriz Gázquez, fundadora y CEO de 3D social movement; Ander Zarate, Ricardo Anton, Maite Martín, Maialen Linaje, Edurne Zubiete, Javier Iglesias, Cristina Ballesteros, Ane Urizar, Ainara Martín, Laura Orbegozo, Miren Bengoetxea, Maite Agirre, Alazne Muñoz y así todo un elenco de espectadores, muchos y muchas de ellas involucradas en el mundo de la danza: hombre y mujeres que hace tiempo ya descubrieron ese secreto íntimo que cada cual guarda en su interior y que dice que la danza no es un trabajo. Ni siquiera es una forma sublime del arte. Todo es mucho más sencillo. La danza es una forma de ser.

El Teatro Arriaga presenta 'Al desnudo', un espectáculo de danza en el que se funden con fluidez la música y el movimiento

Actuaron Igor Bacovich e Iratxe Ansa, recientemente galardonada con el Premio Nacional de Danza 2020 en la categoría de interpretación