L mundo entero es un Bilbao más grande", sentenció Miguel de Unamuno cuando nos recordó que "hermanos somos todos los humanos". Lo recordó el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, al presidir la tradicional ofrenda floral del 29 de septiembre, particular día de San Miguel, ante su busto conmemorativo de la plaza del Casco Viejo. El edil precisó que en el 156 aniversario del nacimiento de Unamuno, Bilbao vive este 2020 "una de las ediciones más unamunianas del Día de Unamuno, en un mundo sumido en pleno existencialismo y abocado a iniciar un nuevo cuaderno de bitácora que ayude a superar los grandes retos del futuro", dijo poco antes que la Asociación Artística Vizcaina que preside José Ramón López, Misere Josephe, promoviese una lectura en público de diversos pasajes de Recuerdos de mi niñez y mocedad, obra célebre del filósofo y escritor bilbaino. Fue broche a una entrega floral a la que acudieron el nieto del propio Don Miguel, también llamado Miguel de Unamuno, junto a su mujer, María Teresa Biel, y el concejal de Cultura de Bilbao, Gonzalo Olabarria.

Digamos que el Día de Unamuno prosiguió a media tarde, con la proyección en la Biblioteca de Bidebarrieta, a partir de las siete y media, del documental Bajo pluma de mujer, de Maribel R. Fidalgo y Adriana Paíno Ambrosio, quienes, posteriormente, ofrecieron una conferencia en el mismo espacio en torno a la temática de su film: los intercambios epistolares que llevó a cabo Unamuno con personalidades femeninas de su época.

Antes de que llegase tan académico y epistolar momento, Juan Mari Aburto, aún en las inmediaciones del angelus, habló de "una persona singular e irrepetible, un hombre sabio y polémico que se adentró en las entretelas de la existencia humana" y recordó que "también Unamuno conoció una pandemia hace 100 años, la de la mal llamada gripe española, que afectó a un tercio de la población mundial", llegando a acuñar la expresión "más famoso que la gripe" para referirse en sus intervenciones a un conocido político de la época.

Testigos de todo cuanto les cuento fueron, además de los citados, Nekane Alonso, Alfonso Gil, Koldo Narbaiza, Ana Viñals, Carlos García, inmortalizándose para la ocasión haciéndose un selfie; Gabriel Rodrigo, Juan Carlos Rastrollo, del Centro Extremeño; el dramaturgo David Barbero, Beatriz Marcos, Iñaki López de Aguileta , Marino Montero y un buen número de unamuniófilos empedernidos que acudieron a la cita. Tampoco faltaron voces de la Asociación Artística Vizcaina como las de Dorita Busto, Keni Orue, Begoña Iribarren, José Ovejero, Sahara Vicente o Isabel Martínez entre otras.

No fueron las únicas presencias detectables en la plaza. Allí se dieron cita Begoña de la Cruz, José Antonio Nielfa, La Otxoa; el legendario central del Athletic Andoni Goikoetxea, hoy metido en faena en tareas de la Fundación; Bernat Vidal, una de las voces más artesanas de un Bilbao manufacturado; Aitor Bilbao, José Eduardo Moreno, una vieja voz del barrio, Maite Olabarria, Begoña Igartua; Javier Diago y Javier Goitia que venían de anunciar en público el nombramiento del propio Juan Mari Aburto como romero de honor de la Virgen de Begoña, distinción que este año no podrá contar con la tradicional ascensión en romería a los pies de la Amatxu; Ainhoa Zarate, Miren Bengoetxea, José Luis Hernández, Alberto Iturriaga, Maite Aldekoa, Ane Iturraiaga, José María Izquierdo, Almudena Azkuenaga, unamuniana empedernida, José Luis García y Mari Carmen Palacios, que se sumaron a la conmemoración de refilón, al paso,y así toda una corte de nombres que vivieron de cerca este gesto de recuerdos hacia un hombre siempre vinculado a Bilbao y siempre polémico y culto. Con todo, Bilbao no le olvida.

Tradicional ofrenda floral a Miguel de Unamuno en el busto que preside la plaza que lleva su nombre en el Casco Viejo de Bilbao

Se leyeron pasajes de 'Recuerdos de mi niñez y mocedad' el día en que Juan Mari Aburto habló de un año unamuniano