CUENTA la historia minúscula (y en el tipo de letra ya se detecta un error mayúsculo...) que Ada Lovelace -la única hija legítima del poeta romántico más famoso de la literatura inglesa, Lord Byron- creó lo que hoy sería un lenguaje informático de programación. Nunca lo firmó para que no fuera censurado por su condición de mujer, pero puede ser considerada una pionera, una exploradora del futuro. En esa nómina se puede nombrar a Margarita Salas y su contribución a la investigación relacionada con la estructura del ADN, o centrándonos en la tecnología y la innovación, a Ángela Ruiz Robles, que en 1949 ya ideó lo que bien podríamos conocer como el libro electrónico de la época. Llama la atención las aportaciones de Hedy Lamarr, más conocida por sus papeles en Hollywood, que por haber sido la precursora de que hoy podamos disfrutar de conexión a Internet en cualquier lugar del planeta. O Mitchell Baker, impulsora del proyecto Mozilla, que tanto ha contribuido a mejorar la seguridad en la red a través del código abierto y el trabajo colaborativo. Ellas y un buen puñado más de mujeres a las que no abrieron puertas, mujeres que las tuvieron que derribar a golpes.

La clínica Dermitek, que lideran José Luis Azpiazu y Nerea Landa, escenificó ayer, de cara al curso 2019-20, la segunda edición de su programa Mujer y tecnología, dirigido a acabar con la brecha tecnológica entre hombres y mujeres. Impulsó, para ello, la creación del Programa de Becas Mujer y Tecnología, que busca la inclusión de la mujer en el campo de la ciencia y la tecnología. Con esta idea pretende ayudar a mujeres que han iniciado este curso sus estudios en el ámbito STEM (del inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics). Así, concedió sus becas de 1.000 euros por coleta (iba a escribir aquello de “por barba”, pero hubiese quedado extraño...) a María Amezaga, Nagore Toja y Leire Payros, podio que se expandió con la decisión del Colegio de Telecomunicaciones del País Vasco -Álvaro Ubierna al aparato...- de conceder una beca extra de teleco a Nerea Ruiz del Olmo.

El acto tuvo lugar en el auditorio de la Bilbao Berrikun-tza Faktoria, allá en el paseo Uribitarte, donde se escucharon las voces de ponentes de la talla de Carolina Pérez Toledo, Fabia Silva, Isa García Pérez, Azuzena Castro, Zuriñe Ojeda y el propio Álvaro Ubierna. A la cita no faltaron Marta Macho, Cristina Mendia, María Caballero, Ainhoa Artetxe, Marta Aburto, Nerea Azpiazu Landa, Naia Venes, Pilar Ruiz Bazán, Beatriz Calleja, Juan Carlos Santamaría, Idoia Gutiérrez, en nombre de DEIA; Kayus Almeida, Cyndu Muñoz, Cristina Pelayo, Zaloa Campillo y otra gente interesada en un proyecto que busca la incorporación de la mujer a la tribu de una sociedad productiva, con la convicción de que emprenden un combate con sentido.