Mungia - Al igual que en la mayoría de fiestas, los Sampedros de Mungia dejaron alguna anécdota curiosa. El segundo fin de semana, el busto de Estepan Urkiaga, popularmente conocido como Lauaxeta, fue sustraído de su espacio situado en la calle denominada con su propio apodo. Una vez retirada la escultura, las personas autoras del acto vandálico pasearon la imagen del poeta y periodista por el pueblo llegando incluso al txosnagune. Una vez finalizado su itinerario nocturno, el busto fue arrojado al río. Por suerte, agentes de la Policía Municipal de Mungia pudieron recuperar a tiempo la escultura sin que esta sufriera grandes daños.

Sobre el resto de intervenciones tanto de la guardia urbana, como de la Ertzaintza y los servicios de urgencias médicas, el Ayuntamiento ha realizado una valoración muy positiva sobre los datos obtenidos tras las fiestas: “La coordinación entre entidades ha permitido el descenso notable de los hurtos habituales de teléfonos y carteras en los espacios festivos”, aseguran. Además, no han recibido ninguna denuncia por agresiones sexistas”. La Policía Local realizó un total de 89 intervenciones dentro de sus competencias. Según el Consistorio, la “rapidez policial en sus actuaciones” provocó “un notable descenso” de peleas o agresiones, por lo que solo fueron dos las personas atendidas por sucesos de este tipo. Un total de 16 fueron denunciadas por posesión o consumo de drogas, mientras que fueron siete las personas conductoras bajo los efectos del alcohol. Por último, doce sujetos tuvieron que ser atendidos por los servicios médicos, la mayoría de ellos, por excesivo consumo de alcohol. - O. Pérez