nO todos los días se viven jornadas como la de ayer. La tradición estuvo más viva que nunca en Gernika, localidad que celebró su Último Lunes de Octubre por todo lo alto. El buen tiempo dio una tregua y los miles de asistentes a la feria agrícola disfrutaron de ella con una intensidad mayor si cabe.

“El buen tiempo ayuda a que se esté mucho mejor por aquí”, aseguraron Aintzane y Ane, dos jóvenes que llegaron a Gernika desde Bilbao a las diez de la mañana. “Siempre solemos venir por el ambiente que hay, las fiestas así nos gustan mucho porque la tradición vasca está muy viva”, aseguraron estas dos jóvenes.

A primera hora de la mañana, tal y como aseguró Aitziber, “se podía pasear perfectamente por los puestos y comprar tranquilamente”. Lo sabe de primera mano porque acudió a las ocho y media de la mañana. “Siempre solemos dar un paseo por todos los puestos para ver qué es lo que hay. Este año hemos comprado muchas cosas, como pastel vasco, mermelada, un centro de flores, rosquillas y algunos collares para las crías”, explicaron a DEIA, mientras descansaban en un banco degustando un talo sabroso. “El talo es obligatorio para reponer fuerzas”, dijo entre risas esta mujer que, tal y como informó, tardó alrededor de dos horas en visitar todos los puestos.

Precisamente, uno de los productos que más éxito tuvo ayer, aparte del talo, fue el pastel vasco y el queso ya que la mayoría no dudó en llevárselo a casa para degustarlo durante la semana. Es el caso de Marian y Javi que, aprovechando que acudieron a Gernika con la cuadrilla, adquirieron estos “manjares” para disfrutarlos en casa. “También hemos comprado chocolate, paté y yogur natural”, aseguró esta pareja.

Por su parte, para Miren, que disfrutaba con su amiga Idoia de un buen txakoli en una de las plazas principales de Gernika, el día de ayer fue un día especial. “Un día como hoy, hace muchos años, conocí al que hoy en día es mi marido”, explicó. E Idoia prosiguió: “Es un día especial para ella, tienen a su hija por ahí correteando y la mía está en el colegio porque estudia en Bilbao y allí no es fiesta”, dijo entre risas.

Sin duda, todo Gernika vivió ayer una fiesta que comenzó bien temprano y que los más jóvenes alargaron durante todo el día y parte de la noche. Ibai, Ane, Gabri, Ane, Iria y Jose, de la capital vizcaina, no dudaron en ir a pasar el día a Gernika. “Todo lo que sea comer y beber nos gusta y se nos da muy bien”, aseguraron tras comer un talo y beber algo de sidra. Por su parte, los jóvenes Paula y Haritz, de Gernika, y Jon, de Pamplona, fueron a dar una vuelta por la feria agrícola. “Solemos venir porque nos gusta el ambiente”, apuntaron.

Y es que, el ambiente festivo que se vivió ayer no se palpa todos días. Gernika vivió uno de sus grandes días, con un olor a talo por todo el pueblo, con música en cada rincón y con brindis de muchas cuadrillas disfrutando de un gran día. “Hay que disfrutar estas cosas y como nos gusta esta fiesta, venimos toda la cuadrilla todos los años”, aseguraron Ane y Susana.

Colas interminables para el talo Sin embargo, tal fue el gentío que se concentró en Gernika que era complicado degustar un talo. “Tal día como hoy, hace 17 años, di a luz a mi hija. Desde entonces llevo intentando probar un talo y es imposible. Hay unas colas terribles y no sé cómo la gente es capaz de esperar tanto tiempo”, explicó la bermeana Edurne. Pero eso no es “un problema” para que disfrute del día junto a su cuadrilla. “Venimos todos los años porque somos de Bermeo y nos gusta mucho este día”, afirmó Nekane.

Sin duda, la feria agrícola del Último Lunes de Gernika es una cita para disfrutar en familia, entre amigos o en pareja. “Es muy bonito ver a tanta gente disfrutar de un día así, hay muchos grupos y personas de todas las edades, es una fiesta que está hecha con una tradición viva y es apta para todos los públicos. Quien quiera puede alargar la fiesta y, quien se quiera retirar antes, puede hacerlo sin ningún problema”, argumentaron Ziortza y Naia porque para ellas es “sin duda alguna la mejor fiesta de todo el año”.