Lekeitio - El barco-museo Playa de Ondarzabal abandonó hace algunos meses el puerto de Lekeitio, en el que permanecía anclado, en dirección a un carro varadero en Ondarroa. En esa dársena ha permanecido hasta que ayer comenzaron las labores de desguace de una embarcación que en tres décadas de historia ha ejercido de buque pesquero pero que en los últimos tiempos ejerció de atractivo turístico lekeitiarra pese a que desde el pasado año se suspendieron las visitas habida cuenta de su mal estado de conservación. El guión del barco estaba escrito desde julio y ayer se cumplió.

Fueron las Comisiones de Desarrollo y Gobierno lekeitiarras, dirigidas por Bildu, las que decidieron el pasado verano que el buque, musealizado por completo tras ser comprado por el gobierno entonces bajo cargo de HB, fuera desguazado. El coste de las reparaciones que se debían efectuar, cifradas en torno a los 200.000 euros el pasado año, además de la falta de apoyo de las instituciones supramunicipales fueron los motivos esgrimidos por el Consistorio para deshacerse de una histórica embarcación que dos iniciativas surgidas de la ciudadanía trataron de salvar. Ninguna de las opciones planteadas prosperó.

Ayer arrancaron los trabajos para desguazar parte del casco del buque en Ondarroa, una tarea que podría prolongarse durante varias jornadas habida cuenta de la complejidad de la actuación. Sin haber podido encauzar la situación abierta con el buque-museo y pese a elaborar varios planes para su restauración, de esta forma Lekeitio pierde parte de su patrimonio histórico con la desaparición del Playa de Ondarzabal, un proyecto que también ha sido objeto de una intensa refriega política durante la última legislatura entre Bildu y PNV.

Diferentes han sido las opciones manejadas para tratar de salvar a la histórica embarcación. Es el caso de una iniciativa surgida de un grupo de vecinos en 2013 que hubiera posibilitado su reconversión en sagardotegi flotante, manteniendo la opción a las visitas turísticas. U otra, con la colaboración de la asociación Atabaka, que fuer explorada este año. Las sumas económicas que ambas tentativas manejaron para recuperar el buque turístico fueron inferiores a las del Consistorio costero. Pero aunque los responsables municipales incluso aseguraron anteriormente que su intención era reparar el buque “con cargo a las cuentas de 2013 y 2014”, mantuvieron conversaciones con otras entidades públicas como el Gobierno vasco o la Diputación Foral de Bizkaia para tratar de obtener financiación, si bien finalmente esgrimieron cuestiones de índole económica, principalmente, para argumentar la solución elegida.

Disputa política La recuperación del buque se trataba de un proyecto que “no puede condicionar las cuentas actuales y las del futuro”, esgrimieron desde el equipo de gobierno lekeitiarra, cuando dieron cuenta del futuro que le aguardaba. “Menos, además, si no es un servicio básico y no se consigue ayuda de entidades de vecinos ni las supramunicipales”, ahondaron. Lo que sí dejaron claro es que el material del interior sería guardado en las instalaciones municipales.

La oposición (PNV), sin embargo, ha venido responsabilizando a Bildu del “lamentable” estado del Playa de Ondarzabal durante la última legislatura. Tanto es así que desde comienzos de año aseguraron que “no haber realizado ninguna acción de mantenimiento” es lo que ha llevado al barco “a una situación límite”.