Enkarterri se anotó anoche un imprescindible tanto en su casillero. Volvió a exhibir en el frontón de Alonsotegi el empuje que caracteriza a la comarca, que tira adelante con pandemia incluida manteniendo la esencia de sus tradiciones culturales, su patrimonio histórico, la cercanía de sus comercios, el amor al deporte y la fortaleza de su ciudadanía cuando toca apretar los dientes y plantar cara a los retos que la vida pone en el camino. Todas estas facetas se reflejan en el palmarés de los XIV Laboral Kutxa DEIA Hemendik Sariak, los del reencuentro con el público.

El alcalde anfitrión, Joseba Urbieta, puso en valor que "detrás de cada una de las personas premiadas, personas con deseo de enriquecer la vida de los demás, que creen en el trabajo, la familia y el compromiso vecinal hay nombres cercanos, el espejo donde mirarnos", que tiene su reflejo diario en Hemendik, como resaltó el director de Desarrollo de DEIA, Kike Hermosilla. Así, desde que la "aventura" de los galardones comenzara en Zalla "hemos querido contar lo que sucede en la comarca", la información que "realmente valoramos todos los días" en un "proceso de cambio cada vez más relevante del papel a lo digital".

Ibon Maiz desveló durante la gala que la próxima temporada remará en Zierbena. En este deporte "lo mejor es que haces muy buenos amigos porque "pasamos mucho tiempo juntos". No hay que olvidar que entrena "seis días a la semana".

En su debut compartió trainera con su padre. Una figura de referencia, de la misma manera que lo representó Jesús Bilbao para las tantas generaciones de promesas del Athletic a las que entrenó durante décadas de dedicación a la cantera rojiblanca de Enkarterri. "Esta misma tarde en el trabajo me he encontrado con una familia cuyo hijo coincidió con él", contó su sobrina, Beatriz Castresana. Desde que falleció en marzo, "nos están transmitiendo muchísimo cariño" en los sucesivos homenajes, a los que se sumó el XIV Laboral Kutxa DEIA Hemendik Saria, lo que "significa que a él se lo profesaban".

A Javier Abaurrea no le flaquearon las fuerzas el 26 de junio en su desafío titánico de caminar por Gordexola durante 16 horas ininterrumpidas a beneficio de la asociación contra el cáncer de mama y ginecológico de Bizkaia, Acambi. Las lágrimas de "rabia, impotencia y miedo" que había derramado exactamente un año antes su mujer, Karmele Isusi, cuando le diagnosticaron un tumor maligno se transformaron en felicidad por la solidaridad con la que se volcaron los vecinos. "Todo lo que se recauda nos salva la vida", agradeció la presidenta de Acambi, Maite Elorriaga. Javier maquina otro reto, que adelantó él mismo: el próximo año recorrerá la distancia que separa "la cruz de Gorbeia de El Arenal bilbaino", donde se servirán unas 2.000 putxeras solidarias.

El llanto de los allegados de Ander Arteagabeitia en la gala denotaba orgullo por cómo supera "las pruebas que te pone la vida" siempre luciendo esa sonrisa que ayer jueves iluminó Alonsotegi. En su caso, una lesión medular, "tirando de positividad" y mirando cara a cara a sus miedos. Deslizarse por las olas en el surf después de haber sufrido un accidente en una piscina le llena de "energía". "Aprecia lo que tienes, que es maravilloso porque hay que vivir". Una declaración de intenciones que escuchó a su lado conmovido su hermano, Jon. "Envidia me da, le veo bastante más fuerte que yo", le dijo. Le entregó el premio la concejala de Deportes de Sopuerta, Estíbaliz Goitia, que además, le trata como fisioterapeuta.

Imprescindible en la memoria colectiva de Galdames, la ermita de Nuestra Señora de Txabarri está recuperando su esplendor gracias a la asociación cultural Amertxa. "Hemos aprendido a valorar algo que estaba ahí", declararon Javier Unzueta y Miren Humaran.

De patrimonio artístico a inmaterial en la asociación de la procesión infantil de la Magdalena y su amor por la tradición de Balmaseda que les mueve a volcarse con la organización del Vía Crucis infantil para menores de 14 años. No ven el momento de que los tambores vuelvan a retumbar en el casco histórico y están convencidos de que "lo conseguiremos en 2022", como señalaron Unai Cid y Joseba Benedi.

Los socios de los hogares del jubilado de Güeñes, Sodupe, La Quadra y Zaramillo también ansían retomar la agenda que les alegra el espíritu y aleja la soledad. Como señaló Candi Álava, "esperamos poder reunirnos en una comida de hermandad".

Pedro Coloma tuvo muy presente la vulnerabilidad de los mayores en el confinamiento, cuando repartió a domicilio los productos de su carnicería de Alonsotegi para proteger a la clientela que considera más bien su familia. "Mis padres se atrevieron a emprender, se convirtieron en visionarios", elogió.

Ya prepara la temporada de Navidad. Otra época para compartir con quienes nos apoyan en los trances más complicados y, al mismo tiempo, como ayer, en la alegría del reencuentro.