¡Prueba superada! Entre aplausos y de la mano de su amigo Kepa Vallejo, Víctor Telletxea enfiló la recta de Santa Ana por última vez en torno a las 20.00 horas del sábado sabedor de que había logrado superarse a sí mismo como espejo del desafío diario que representa la ataxia telangiectasia para quienes sufren esta enfermedad rara degenerativa y sin cura, que afecta a una treintena de niños y jóvenes en todo el Estado -dos en Euskadi, entre ellos el hijo de Kepa-, y sus familias. El ciclista de Sopuerta cumplía el reto de pedalear durante 24 horas ininterrumpidas por Enkarterri a beneficio de la asociación Aefat, que reúne fondos para impulsar la investigación, el segundo después de haberse enfrentado el pasado septiembre al Everesting, la subida y bajada hasta cuarenta veces del puerto de Bezi hasta cumplir con el desnivel equivalente a los 8.848 metros de altitud del monte más alto de la tierra.

Esta vez elevó un punto más la exigencia física y mental en una jornada de viernes que arrancó “a las 5.30 horas de la mañana, cuando me levanté para ir a trabajar” y finalizó a medianoche ya del domingo exhausto, pero con el objetivo cumplido. Había vencido la dureza de un circuito de cuarenta kilómetros y 540 metros de desnivel por vuelta a través de Sopuerta, Artzentales, Balmaseda, Zalla, Güeñes y Galdames. “Pasé momentos difíciles en la noche, tal y como ya había anticipado, sabía que resultaría clave ganarle la batalla al sueño y por eso trabajé mentalmente”, cuenta, porque “llegada la madrugada, el cuerpo me pedía dormir”. A partir de ahí, desde el amanecer “seguimos rodando muy bien y bastante acompañado por mi amigo Kepa, padre de uno de los afectados por la enfermedad”.

En el momento en que cruzaron la meta, a Víctor se le olvidó “el sufrimiento con los pies padecido en las últimas horas” y le invadió la emoción por haberse sobrepuesto a una prueba que “no es nada en comparación con lo que pasan estos niños y sus familias, para quienes representa una motivación ver que con lucha y sufrimiento se obtiene la recompensa”.

Por medio de la web Mi grano de arena. La implicación del comercio local a través de los productos cedidos para sorteos entre quienes hayan aportado más de cinco euros también fue clave para la acogida que representa “todo un éxito”, ya que se habían marcado inicialmente la cifra de 1.500 euros. Nerea Velasco, esposa de Kepa Vallejo y madre de un niño diagnosticado de ataxia telangiectasia, recogió emocionada el cheque conmemorativo. Por su parte, Víctor Telletxea dedicó la jornada del domingo a reponerse “con relax y disfrutando de la familia” y ayer lunes retomó su vida normal junto con un ejercicio suave.

Desde la asociación creada en 2009 reúnen financiación para proyectos de investigación que mejoren la calidad de vida de los pacientes y sus allegados. Recientemente, difundían la esperanzadora noticia de la colaboración entre la Universitat Pompeu Fabra y la Clínica Universidad de Navarra en la ampliación del proyecto sufragado por Aefat activo desde 2018 para saber más sobre una dolencia “aún sin cura ni tratamiento”. Dispondrán de 83.000 euros adicionales a los 150.000 inicialmente invertidos en la primera fase en la Clínica Universidad de Navarra en colaboración con su centro de investigación, Cima.

“Para los niños y sus familias es una motivación ver que hay recompensa a la lucha”

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