Durante los días más duros de la primera ola de la pandemia, la residencia de mayores Otxartaga de Ortuella fue noticia por su férreo control del coronavirus lo que les valió servir de ejemplo en la preservación de la salud tanto de los 98 residentes como del conjunto de trabajadores. Una dedicación por parte de la plantilla de trabajadoras y trabajadores de la residencia que, con motivo de estas fiestas navideñas, se ha visto recompensada con la decisión de los usuarios de pasar en su casa ortuellarra estas fiestas familiares.

“Solo va a salir una persona a pasar la Navidad con sus familias lo que para nosotras y nosotros, como trabajadores de la residencia es una gran satisfacción porque supone que valoran el hecho de que aquí se sienten cómodos y seguros”, señala Alba Rivas, trabajadora social de la Residencia Otxartaga que en la actualidad tiene a su cuidado a 98 residentes. Unos residentes que además han querido seguir conectados con el pueblo de Ortuella y han llevado a cabo diversas iniciativas durante estos días de Navidad.

Vídeo y villancico

En primer lugar, las personas mayores de la residencia han promovido la realización de una vídeo felicitación navideña a la que se han sumado varias entidades y grupos de la localidad minera. La iniciativa tomó forma cuando los mayores de la residencia se grabaron un vídeo cantando el Hator, hator, un villancico popular vasco, y solicitaron al ambulatorio de Ortuella, la Policía Local, el grupo Lurgazte Eskautak, San Félix Ikastola, Otxartaga y el Centro de Salud Mental Ortuella que hicieran lo mismo y les enviaran el vídeo. “La respuesta de todos estos colectivos fue muy rápida y casi de inmediato enviaron vídeos a la residencia. Así, se ha podido llevar a cabo este vídeo villancico con el que tratan de estar más cerca que nunca”, destacan los propios mayores. En el mismo, se puede ver a jóvenes, policías, personal de la residencia y personas mayores unidos por la entrañable causa en la que también ha tomado parte alumnado de San Félix Ikastola con el que han intercambiado también postales de Navidad. “Se han intercambiado felicitaciones y ánimos para pasar estas fiestas tan diferentes. Las postales han sido personalizadas y cada alumno y residente se han escrito mutuamente”, explica Alba Rivas. No ha sido la única actividad de estos días en la residencia. Recientemente el equipo de Cáritas de la parroquia de Ortuella ha visitado a los mayores llenándoles de felicitaciones y regalos.

Visitas que también se esperan de las familias ya que con las directrices de la Diputación Foral de Bizkaia “ahora hemos ampliado a dos los familiares que pueden visitar a sus mayores y los días de Nochebuena, Navidad, Nochevieja y Año Nuevo vamos a hacer con todos los residentes videollamadas con sus familias, independientemente o no de que vengan a visitarles”, señala Rivas.

Una alegría que en estas fechas también llegará al plato con menús especiales. Consomé, fritos variados, jamón y queso; lenguado menier, solomillo de cerdo y dulces navideños formarán parte de la cena de esta Nochebuena y, mañana, Navidad, consomé, fritos variados, lomo y huevos rellenos. De segundo: cordero, merluza en salsa con gambas y gulas. De postre, turrones y dulces. “Estamos viviendo las Navidad de forma diferente, pero con toda la ilusión. La vida no se ha parado dentro de la residencia”, concluye Rivas.