No podrá ser. La aceleración del coronavirus ha terminado con el Harley Eguna, cuyo concurso estatal de customizadores y constructores iba a celebrarse por vía telemática este fin de semana. Los miembros del jurado tenían previsto encontrarse en Sodupe, respetando las restricciones de aforo, para visualizar juntos los vídeos enviados por los participantes explicando las transformaciones ejecutadas en sus motos. Sin embargo, el cierre perimetral de Euskadi y las limitaciones de movilidad entre municipios imposibilitaban este modelo, así que la organización ha tirado la toalla, con la esperanza de que en 2021 el encuentro pueda retomarse en su fecha habitual de octubre y en formato presencial.

El proceso de organización para el certamen virtual “estaba bastante avanzado, ya había gente inscrita y se habían mandado unos cuantos vídeos”, desvela Txema Lanzagorta, presidente del Harley Davidson Club de Euskal Herria, impulsor del encuentro motero junto con el Ayuntamiento de Güeñes. Aunque “nos da pena la suspensión porque es un concurso bonito”, que genera un importante retorno en hostelería y alojamientos de aficionados que pasan todo el fin de semana en Enkarterri, asumen que no quedaban más alternativas. Hubiera resultado “casi imposible controlar a la gente. Igual sí se podría regular el aforo del pabellón multideporte, pero no el movimiento por Sodupe y el resto de la comarca en las rutas que llevamos a cabo”.

“Habíamos pensado que los aspirantes enviaran vídeos y los miembros del jurado se reunieran allí para deliberar, pero nos ha sido totalmente imposible”, claudica José Luis Sánchez, el organizador del campeonato de España de constructores y customizadores. Hace tiempo que, de común acuerdo con el Consistorio, decidieron anular el Harley Eguna. La opción de los vídeos “surgió en un intento por mantener a la afición al motor con ganas, pero la situación ha podido con nosotros”. Habían pensado que “para no desplazar a mucha gente, el jurado estuviera compuesto por expertos que vivieran en un perímetro máximo de 200 kilómetros desde Güeñes”. Con la prohibición de moverse entre municipios, salvo supuestos muy definidos, incluso esa alternativa “también era imposible de materializar”. Desde la organización lo lamentan porque “nos parecía una forma relativamente fácil de seguir adelante con el campeonato” y transmitir una cierta sensación de normalidad en el año de la pandemia.

El confinamiento también afectó a las rutas de los moteros dentro y fuera de Euskadi. Este año “prácticamente no hemos podido salir. Íbamos a menudo a Canarias, cuyo club forma parte de la misma agrupación junto con el de Catalunya y el nuestro de Euskal Herria, y también viajábamos con frecuencia a Castellón, Palma de Mallorca… A este paso la moto se me va a quedar sin batería”, bromea Lanzagorta.

El Harley Eguna ha afianzado a Sodupe como punto de referencia de los amantes de la mítica marca. Habían llevado a cabo siete ediciones y seis campeonatos de constructores y customizadores junto con exposición de talleres profesionales que prepararon sus motos desde cero, un espacio de sensibilización en seguridad vial, talla de madera con motosierra, acrobacias, conciertos, una muestra de coches antiguos y puestos especializados. Tampoco faltaba un recorrido nocturno por un Sodupe iluminado con antorchas en memoria de los motoristas fallecidos ni rutas por la comarca que les llevaron a Balmaseda o la fabulosa colección de vehículos clásicos custodiada en la Torre Loizaga de Galdames.